Autoridades y exautoridades del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Bolivia salieron en defensa de un policía corrupto que favoreció operaciones ilícitas del partido. Maximiliano Dávila, exjefe antidrogas de la Policía, fue arrestado cruzando la frontera con Argentina el 22 de enero y desde entonces los políticos masistas expresaron su preocupación.
Según indica El Diario, Andrónico Rodríguez, presidente de la Cámara de Senadores, aseguró que el pedido de extradición de Dávila por Estados Unidos no debe ser atendido, porque el policía debe ser juzgado en el país y no en tierra extranjera. Este jueves, el Departamento de Estado de los EEUU ofreció 5 millones de dólares al gobierno boliviano por entregar al exdirector de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN).
Un tribunal de Manhattan en Nueva York acusa a Dávila de cooperar activamente en el envío de una tonelada de cocaína a Norteamérica a lo largo de estos años, de acuerdo con La Patria. Puntualmente, se tienen indicios de que el exjefe antidrogas boliviano abusó de su autoridad para salvaguardar aviones que transportaban la cocaína.
Rodríguez calificó de «compatriota» a Dávila y afirmó que corresponde a la justicia boliviana hacerse cargo de él. El diputado opositor Enrique Urquidi, señaló: «Las evidencias hablan por sí solas, el gobierno del MÁS en más de 15 años en el poder ha venido fomentando y protegiendo al narcotráfico, con coca ilícita del Chapare y ahora no es la excepción».
Por otro lado, Carlos Romero, exministro de Gobierno de Evo Morales, negó haber favorecido a Dávila para ascender de cargo a pesar de que este no tenía la antigüedad suficiente en la Policía. Asimismo, rechazó la posibilidad de que Morales haya tenido algo que ver con el exdirector de la FELCN.
En respuesta, el diputado opositor y activista católico provida, Erwin Bazán, acusó a Romero de mentir y aseguró que tres grupos de policías protegen al narcotráfico y colaboran con autoridades nacionales, según da a conocer La Patria. Bazán acotó con pruebas documentales que, además, Dávila fue designado director nacional de Inteligencia en 2017, cuando Romero era ministro de Gobierno.
Tal como se puede evidenciar, el masismo protege y alienta al narcotráfico, mientras se vanagloria de haber expulsado en 2008 a la Administración de Control de Drogas (DEA) estadounidense. La política boliviana parece estar regresando a los años ochenta, cuando el comercio de estupefacientes logró escala nacional y cooptación de autoridades.
Agencia FARO, Círculo Tradicionalista San Juan Bautista.
