PANAMÁ- El Servicio Nacional de Fronteras panameño lideriza la campaña «Wana Jumaradá» («Vamos con todo» en lengua emberá), que realiza tareas de control territorial en la provincia de Darién y la comarca Guna Yala, en la frontera con Colombia. Esta operación busca neutralizar la acción de bandas que utilizan esta región de difícil acceso para actividades criminales.
La principal preocupación del Gobierno panameño es la «migración irregular», que consiste en el tráfico de drogas y personas por parte de organizaciones como el Clan del Golfo (grupo paramilitar colombiano), y el desplazamiento de personas que huyen del conflicto armado en Colombia. Los cerca de seis mil kilómetros cuadrados que ocupa la densa selva tropical de Darién, en el antiguo Virreinato de Nueva Granada, facilitan el fenómeno. Durante la crisis migratoria de 2021 cruzaron este peligroso tramo más de 130,000 inmigrantes ilegales, en su mayoría haitianos y cubanos, cifra que supera el conjunto de tránsito registrado en toda la década previa. En respuesta, las autoridades panameñas solicitaron cooperación de Estados Unidos, Colombia y otros países, tras lo cual se redujo considerablemente el flujo en los últimos meses. En la actualidad, la mayoría de los inmigrantes provienen de Venezuela.
Existe además peligro por terrorismo, ya que grupos del Medio Oriente, Asia y África aprovechan lo inhóspito del «Tapón del Darién» para escapar a controles fronterizos de otros países. El periodista norteamericano Todd Bensman del Center for Immigration Studies[1] explica que por su condición ístmica, tanto Panamá como Costa Rica sirven de paso obligado a «extracontinentales» que planean actos terroristas en Estados Unidos y Canadá. Informes internacionales señalan que sujetos vinculados con el terrorismo provenientes de Pakistán, Afganistán, Bangladesh y Somalia utilizaron la ruta de Darién. Por su parte, el Ministro de Seguridad Juan Pino, informó que en enero de 2022 se detectaron individuos provenientes de Siria, Pakistán y Líbano con documentos venezolanos falsos.
Los traficantes aprovechan a su vez las políticas panameñas de «flujo controlado», por la cual los inmigrantes son revisados con tecnología biométrica, reciben estatus legal temporal, comida y descanso en campos facilitados por el gobierno, para ser finalmente trasladados en buses a la frontera con Costa Rica.
La campaña «Wana Jumaradá» comenzó el 11 de febrero de 2022 y continuará hasta el 15 de mayo del presente año. Además de SENAFRONT participan el Servicio Nacional Aeronaval (SENAN) y el Servicio Nacional de Migración, estamentos de la Fuerza Pública de Panamá. Sirven de apoyo el Ministerio de Salud, el Ministerio Público y líderes comunitarios.
[1] Center for Immigration Studies. 2019. CIS Investigates Terror Travel Threat in Panama and Costa Rica. Lista de artículos en la dirección web https://cis.org/Immigration-Topic/CIS-Investigates-Terror-Travel-Threat-Panama-and-Costa-Rica Visto el 10 de marzo de 2022.
Agencia FARO, Círculo Tradicionalista de Nuestra Señora de la Asunción de Panamá