Ramiro de Maeztu y «The New Age» (y II)

G. B. Shaw, financió «The New Age» junto a Lewis Wallace

El semanario The New Age se caracterizaba por ser una especie de tribuna abierta a todo el mundo para exponer toda idea tanto de corte intelectual-filosófico como socioeconómico que permitiera poder salir del impasse o bloqueo «escepticista» en que había desembocado la victoriana «ingenua» confianza originada por la ideología cientificista del progreso. G. B. Shaw y otros reformistas fabianos encargaron a A. R. Orage la adquisición de esta revista, que empezaría su nueva vida en Mayo de 1907.

Alfred Orage

En un primer momento Orage ejerció la batuta editora junto con Holbrook Jackson, y ya en solitario a partir de Enero de 1908 hasta su renuncia en Abril de 1922. Aunque la revista continuaría su andadura –ejerciendo la edición Arthur Brenton desde Julio de 1923 hasta su definitiva desaparición en Abril de 1938–, ya no tendría la misma repercusión. En virtud de sus patrocinadores originarios, tenía como encabezamiento: «Revista socialista independiente de política, literatura y arte», aunque pronto se cambiaría por el genérico: «Revista semanario de política, literatura y arte», a fin de reflejar mejor la libertad absoluta de debate en sus páginas (hasta el punto –para hacernos una idea– de poder encontrarse en un mismo número, p. ej., un artículo del católico H. Belloc junto a otro del satanista Aleister Crowley en la página siguiente).

En el aspecto intelectual, era clara la progresiva inclinación de la línea editorial de Orage hacia las doctrinas de corte teosófico. De hecho, su estrecha vinculación con el gurú misticista G. Gurdjieff fue la causa del abandono de su labor periodística en 1922 para dedicarse a orientador de grupos de estudios teosóficos en Estados Unidos, hasta terminar rompiendo con su «mentor» y volver a afincarse en Londres en 1931, donde retomaría su vida literaria fundando en Abril de 1932 el semanario The New English Weekly, el cual editaría hasta su repentina muerte en Noviembre de 1934, siendo sustituido por su colaborador Philip Mairet, quien continuaría su edición hasta su definitiva desaparición en Septiembre de 1949. En relación a su claro extravío ideológico, el escritor Richard Curle decía que Maeztu le confesó una vez: «Orage conoce la forma de todo, y el peso de nada». Aun así, Maeztu guardó con él una estrecha vinculación que tendrá por causa el otro gran tema de debate en la revista, es decir, el aspecto socioeconómico.

En este último sentido, se pueden observar tres grandes etapas de la publicación durante la época de Orage: La Primera abarca entre 1907 y 1912, en que se producen las grandes disputas entre la opinión fabiana y la visión distributista, alcanzando su cénit en el famoso debate habido entre Diciembre de 1907 y Marzo de 1908 entre Belloc y Chesterton (por un lado) y G. B. Shaw y H. G. Wells (por el otro). Los fabianos acabarían abandonando la palestra, fundando su propio órgano en Abril de 1913, New Statesman, que sigue publicándose hasta hoy día.

Los distributistas, por su parte, tampoco gozaron de una total adhesión del editor, y fundaron para la difusión de sus ideas, en Junio de 1911, The Eye Witness, cambiado por The New Witness a partir de Octubre del siguiente año, y desaparecido en Mayo de 1923; resucitado como G. K. Weekly desde Marzo de 1925, sale hasta Marzo de 1938 en que pasa a ser The Weekly Review, el cual durará hasta Junio de 1947. La Segunda transcurre entre 1913 y 1918, en donde Orage patrocina como su favorita la doctrina del Socialismo Guildista (Guild Socialism) de su viejo amigo Arthur J. Penty, quien contribuirá con sus National Guilds al desarrollo del sistema nacionalista-corporativista o sindicalista propio del período de entreguerras (no en vano Penty sería admirador de Mussolini).

Ésta es la enseñanza que ejercerá mayor influjo en el pensamiento socioeconómico de Maeztu, que alcanzará su definitiva expresión en su obra Authority, liberty and function in the light of the war (1916), traducido tres años después, tras su vuelta a suelo español, con el título La crisis del humanismo, y que habrá de permear su mentalidad por lo menos hasta su no menos revelador (para él) viaje a los EE.UU. en 1925. La Tercera, por último, va desde 1919 hasta el abandono editorial en 1922. Aquí el nuevo protagonista será C. H. Douglas y su exposición del Crédito Social (nombre acuñado por el mismo Orage). Aunque le publicaron un primer artículo en Enero de 1919 y otro en Mayo, su colaboración no comenzó en firme hasta Junio (cuando inició las entregas de su primera gran obra Economic Democracy), precisamente por la misma época en que Maeztu volvía a Madrid. Es una pena que las propuestas de Douglas no pudieran caer bajo la misma aguda descripción con el que escritor vitoriano daba cuenta en sus crónicas de las pioneras políticas «sociales» fabianas del Gobierno británico que pronto habrían de replicarse por toda Europa. Al igual que los distributistas, los socialcreditistas crearon su propio órgano, Social Credit, que durará desde Agosto de 1934 hasta Abril de 1939. Será sustituido por The Social Crediter, que se inició en Septiembre de 1938, y que, con distinta sucesiva periodicidad, ha seguido publicándose hasta hoy.

Félix M.ª Martín Antoniano