La secularización sigue avanzando en el sistema educativo

Firmantes del último manifiesto contra la Ley Celaa

Escribe D. Miguel Ayuso en su libro La constitución Cristiana de los Estados: «La generalización del fenómeno secularizador ha dado lugar a una realidad política y social descristianizada y desacralizada; y en este verdadero desierto espiritual se va a engendrar una reacción religiosa manifiesta aún en su turbidez».

En el contexto de protestas contra la Ley Celaá, hace unas semanas varios intelectuales y filósofos emitieron un manifiesto proponiendo una serie de medidas con vistas a garantizar una buena educación ausente de injerencias ideológicas. La calurosa acogida por parte de medios católicos hacia este manifiesto de intelectuales contra la Ley Celaá muestra cómo se cumple lo descrito arriba por Ayuso.

Así, la consecuencia de ese proceso secularizador sería una sociedad laica en la que la religión se ha apartado «educadamente» para dar paso a voces «más sabias» como los intelectuales y filósofos.

Dos elementos son llamativos en el manifiesto contra la nueva ley educativa: por una parte, el límite que ponen a la libertad del profesor, que no es más que la Constitución y el Código Penal y, por otra, la ausencia de cualquier alusión a la verdad o a la virtud ni, llamativamente, a los valores. La asepsia y la neutralidad del documento es absoluta.

Además, es interesante la pretensión de eliminar cualquier contaminación ideológica en la enseñanza y cualquier adoctrinamiento. Cabe preguntarse si la religión para estos intelectuales formaría parte de ese adoctrinamiento.

Al comienzo de su libro El derrotismo católico, D. Rafael Gambra va explicando que, como consecuencia de esa secularización, la enseñanza será la primera víctima.

Así, el católico pasa de rebelarse contra el orden secularizador agresivo de la ley Celaá a aceptar un proceso «laicizante» pasivo, suave y «tolerante» como el del manifiesto de los intelectuales.

Explica D. Rafael Gambra este proceso: «Extrayendo una consecuencia de esta doctrina (la secularización) diríamos que un católico podría lícitamente formar parte de las comisiones para la laicización de la enseñanza» … Y así, superando los peores augurios de Gambra, el católico no sólo formará parte de esas comisiones, sino que en sus medios de propaganda lo celebrará a bombo y platillo.

Belén Perfecto, Margaritas Hispánicas