PANAMÁ-La comarca Ngäbe Buglé, donde habita la gran mayoría de la población indígena del país compuesta por las etnias ngäbe y buglé, reporta una elevada incidencia de contagios del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), incluyendo su etapa más avanzada: el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). En esta fase el virus ataca el sistema inmune de las personas infectadas, poniéndolas en riesgo de contraer infecciones letales.
En las montañas de la comarca Ngäbe Buglé se encuentran 55 de los 98 corregimientos más pobres de Panamá. La situación que existe en esta localización es confirmada por los estudios que realiza el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud y la vigilancia epidemiológica sobre el VIH/Sida/ITS del Ministerio de Salud.
Las más recientes estadísticas epidemiológicas, de 2021, precisan que esta región ocupó la posición número uno en muertes por Sida en el país, con 57; la segunda en número de personas con sida, 83 casos, sólo superada por el área metropolitana de Panamá, con 116 casos; y la tercera con más casos de VIH, con 103.
Los datos permiten establecer que la tasa de mortalidad por Sida en personas de 15 años de edad en adelante es de 3.9 por 10 mil habitantes en la comarca, cifra que está por encima de la tasa nacional en ese rango de edad, que es de 0.9 por 10 mil personas.
En tanto, la tasa de incidencia de casos de VIH de 15 años en adelante es de 7.2 por 10 mil personas, cuando la tasa nacional es de 4.5 por 10 mil personas.
La situación es similar en la tasa de incidencia de casos de Sida, que asciende a 5.6 por 10 mil personas en esta comarca cuando la nacional es de 1.3. En Panamá, se registraron en 2021 un total de mil 363 nuevos casos de VIH, 441 casos de sida y 308 muertes.
Esta grave situación sanitaria se atribuye, según diversas fundaciones, no sólo a factores culturales y económicos, sino también por la dificultad para brindar servicios de educación y salud a esta región de difícil acceso.
Amanda Gabster, epidemióloga del Instituto Gorgas que ha efectuado varios estudios en el área comarcal, manifestó, que los datos muestran que la tasa de mortalidad asociada a la infección del VIH es mayor que en las otras provincias, y que al observar las estadísticas en nuevos casos diagnosticados en fase Sida, se puede deber a que el diagnóstico se realiza en forma tardía.
«Hemos encontrado que, a nivel social, hay mucho estigma y discriminación hacia las personas que viven con el VIH, lo que influye en el diagnóstico y tratamiento de las personas. Si las personas se sienten juzgadas al asistir a la Clínica de Tratamiento Antirretroviral, no acuden a las mismas y merma la adherencia al tratamiento», detalló.
Además, dijo que otro factor es que los curanderos son, por aspectos geográficos y culturales, más cercanos a la población Ngäbe Buglé. Esto los hace acudir preferiblemente a sus servicios, lo cual retrasa el diagnóstico y retarda el inicio del tratamiento antirretroviral.
Para que el virus sea indetectable en una persona tiene primero, que contar con un diagnóstico y este, estar enlazado a una clínica de tratamiento antirretroviral, iniciar y mantener la frecuencia de dicho tratamiento, además de asistir a sus citas periódicas, no obstante, esto no es un privilegio con el que cuenta gran parte de los VIH positivos en la comarca.
De igual modo, la pobreza reduce la posibilidad de asistir a la clínica para las pruebas de rutina y la búsqueda de medicamentos, ya que las personas que viven con VIH tienen que escoger entre tomar sus antirretrovirales o comer. Algunos tienen que caminar hasta tres horas para recibir tratamiento antirretroviral, y una vez que lo reciben, cae como piedras en sus estómagos vacíos.
La realidad de los VIH positivos en la comarca se mezcla con el hambre, la falta de oportunidades, la visión de muerte, además de cargar con el estigma de la discriminación por parte de sus propias familias.
La doctora Gabster subrayó que al tomar adecuada y oportunamente el tratamiento antirretroviral es posible mantener la carga viral indetectable, por lo que la persona que está viviendo con VIH no puede transmitir el virus, por lo tanto, es de suma importancia para evitar nuevas infecciones que los sujetos VIH positivos se mantengan en tratamiento y asistan puntualmente a los controles.
Agencia FARO, Círculo Tradicionalista Nuestra Señora de la Asunción de Panamá