Aunque la noticia sea muy positiva, no aminora o elimina la maldad intrínseca del sistema liberal, en el que un crimen horrendo como el aborto puede legalizarse (en 1973) o no (hoy) según el criterio cambiante de los 9 magistrados del Tribunal Supremo de los EE.UU. Una muestra de hasta qué punto el sistema liberal es radicalmente perverso.
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«Tú reinarás»
Después de más de un mes de espera, desde la estratégica filtración el pasado mayo del borrador de la revisión de la jurisprudencia fijada con la sentencia del caso Roe vs Wade, la Corte Suprema de los Estados Unidos ha indicado que la interpretación de la Constitución que se había hecho en ese caso era incorrecta y ha fallado a favor de la anulación de esa famosa sentencia que protegía el «derecho» a abortar libremente. Dicha anulación, tan deseada y ansiada por los distintos grupos tradicionales de Estados Unidos y del mundo, permitirá a los diferentes estados federados restringir e incluso ilegalizar el aborto en su territorio.
¿Qué consecuencias pueden esperarse a partir de este fallo?
La primera sería la restricción o ilegalización del aborto en al menos veintiséis estados federados de los EE.UU. De acuerdo con el diario New York Times, trece estados ya han expresado que prohibirán el aborto inmediatamente después de la abolición de Roe, entre los que destacan Kentucky, Luisiana y Oklahoma. Todos ellos, sin embargo, permitirían excepciones en el caso de que la salud de la madre esté en riesgo, pero quedarían excluidos los casos de incesto y violación. Otros cinco estados tienen leyes restrictivas contra el aborto que fueron suprimidas por la Jurisprudencia del caso Roe, y que automáticamente entrarían en vigor con la revocación de dicha sentencia federal. Otros estados como Ohio y Nevada aplicarían restricciones que van más allá de la considerada «viabilidad» del feto (veinticuatro semanas).
La segunda consecuencia de este fallo va a ser la reacción de la izquierda. Asociaciones y colectivos izquierdistas no han dudado en plantear la ejecución de represalias contra grupos conservadores y también contra la Iglesia Católica y los católicos en general. Y es que ya desde la filtración del borrador, varios activistas pro aborto no dudaron en hacer un llamado a acudir a las misas católicas para «protestar» en contra este esperado fallo de la Corte Suprema. La presencia de seis jueces católicos en el Alto Tribunal estadounidense parece hacer evidente la influencia de la fe católica en el desplome de la jurisprudencia del caso Roe vs Wade.
¿Qué decir de los católicos que están del otro lado de la acera, los llamados «Catholics for choice»? No hace mucho vimos el enfrentamiento de «obispos contra obispos» cuando al menos cuatro diócesis prohibieron a la demócrata Nancy Pelosi recibir la Sagrada Comunión en sus territorios. Hoy, en la fiesta del Sagrado Corazón parece oírse la respuesta del Cielo contra los malos pastores: «Reinaré a pesar de mis enemigos».
María Fernanda Sánchez, Círculo de Lectura «Tradición»