Leyes inicuas

En una resolución aprobada el pasado junio con 324 votos a favor, 155 en contra y 38 abstenciones, el Parlamento Europeo ha pedido incluir el derecho al aborto en el artículo 7 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, estableciendo que «toda persona tiene derecho a un aborto seguro y legal».

En una reciente entrevista sobre el papel de la masonería en el mundo, Serge Abad-Gallardo (1) explicaba cómo las ideas masónicas están muy incorporadas en los países de la UE y en el gobierno europeo. Contaba cómo la cuestión de las uniones aberrosexuales es una idea puramente masónica (en el grado de Maestro y en los Altos Grados, se enseña que el ser perfecto es andrógino), e igualmente lo son el divorcio y la eutanasia. Explicaba con detalle la infiltración de la masonería en la política y en la prensa y cómo muchas leyes se fraguan en la logias masónicas. Otros autores son más partidarios de atribuir estas leyes inicuas al marxismo cultural, al Nuevo Orden Mundial…

Decía San Atanasio en su lucha contra los arrianos: «Tenemos que combatir al diablo a través de los arrianos». En nuestro caso, podríamos aplicarlo a esta dramática situación que vive la Iglesia y el mundo. El diablo aparece disfrazado de mil caras y ropajes: masones, comunistas, liberales… Todos ellos con un único propósito que es combatir a Cristo y borrar la Iglesia de la faz de la tierra. 

Escribe León XIII (1884) en Humanum Genus sobre la masonería: «Mucho tiempo ha que trabaja tenazmente para anular en la sociedad toda influencia del magisterio y autoridad de la Iglesia; por esto proclaman y defienden por doquier el principio de que “Iglesia y Estado deben estar por completo separados” y así excluyen de las leyes y administración del Estado el muy saludable influjo de la religión católica, de donde se sigue que los Estados se han de constituir haciendo caso omiso de las enseñanzas y preceptos de la Iglesia».

Así como en tiempos de San Atanasio, el arrianismo intentaba engañar a sus víctimas y se infiltraba en la iglesia, ahora los principios masónicos, liberales, comunistas… han engañado y se han infiltrado de tal manera, que muchos pastores y fieles, quizás por ignorancia, sirven al diablo a través de sus ideas liberales y masónicas.

Y así, fruto de esas ideas tenemos leyes como la que regula el aborto considerándolo un derecho fundamental. Cuando separamos la Iglesia de la política es inevitable que la política sea víctima del príncipe de las tinieblas. En la encíclica Immortale Dei escribe León XIII: «No es difícil determinar el carácter y la forma que tendrá la sociedad política cuando la filosofía cristiana gobierne el Estado». Podemos concluir afirmando en sentido contrario que tampoco es difícil imaginar  esa sociedad política cuando rechaza los auxilios de la gracia.

Belén Perfecto, Margaritas Hispánicas


(1) ex-masón que alcanzó el grado de maestro en una de las obediencias masónicas más importantes de Francia.