La agenda aberrosexualista ataca de nuevo en Panamá. Se han divisado diversas pancartas que promueven el «matrimonio civil de parejas del mismo sexo». Que no es matrimonio, sino distorsión revolucionaria del orden natural del matrimonio.
Esta conducta insistente y agresiva provoca un efecto inverso, gracias a Dios. La población ha ofrecido resistencia manifiesta en las redes sociales, e incluso ha tomado acción en contra de esta propaganda aberrosexual. Todo lo contrario de lo que esperan los grupos de presión que promueven la ideología de género.
El Catecismo Tradicionalista de Juan María Roma nos dice: «sabemos muy bien que el creer ha de ser obra del entendimiento y de la voluntad por medio de la gracia divina, y que nada debe ser tan voluntario como la religión, la cual, por lo mismo de ser forzada, sería nula. No así entienden la libertad los liberales, que nos querían hacer laicos a la fuerza».
Como católicos sabemos que forzar la fe es absurdo. Además de ser un don de Dios, la adhesión a la fe es un acto de nuestro entendimiento y nuestra voluntad. Algo que no se puede forzar exteriormente.
En cambio, quienes reniegan contra Dios, pretenden obligarnos con insistencias y amenazas a hacernos laicos y apóstatas. A renegar de la religión o separarla de la vida pública y limitarla a una esquina de privacidad. Pero nosotros jamás renunciaremos a los derechos de Dios sobre la comunidad de los hombres.
Paolo Emilio Regno, Círculo Tradicionalista Nuestra Señora de la Asunción.