Una reflexión en torno al poder (I)

Los Reyes Católicos

En medio de tantas vicisitudes que están viviendo los pueblos hispanoamericanos, por mor de las complicaciones naturales de tener gobiernos débiles y estructuras civiles de administración de «lo público», es fundamental que desde predios del tradicionalismo político, esbocemos algunas ideas que intenten aclarar las condiciones en las que estamos inmersos, pues corresponde en puridad, que aquellos seglares que abrazamos las causas que tienen como objetivo primerísimo impulsar el Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo y como consecuencia directa, entender que la herramienta del poder político, sea utilizado para el bien común.

Más allá de las vicisitudes propias de tiempos convulsos, en los que los criterios de autoridad se ven amenazados por múltiples enemigos externos e internos, civiles y eclesiásticos sigue permaneciendo incólume una realidad de hierro. El poder, se sigue ejerciendo a pesar de las disolventes ideas que intentan deslegitimarlo (con el de la “gobernanza”) en aras de supuestas medidas que logren un mejor uso del mismo. Al margen de dichas consideraciones, que hacen a la situación presente en las que es atacado el poder, los que abrazamos la Tradición Política no debemos desconocer que, como sostiene el Dr. Negro Pavón “Lo Político es una esencia, que originariamente estuvo en el seno de Lo Sagrado – localización de Lo Divino – y custodiaba la verdad eterna del orden divino”. La definición nos ayuda a realizar unas primeras consideraciones. En primer término, el origen del poder, como herramienta insustituible de Lo Político, es necesariamente divino. En estricto correlato, diríase que más que teorías políticas y filosofías políticas, para ingresar a predios del análisis de Lo Político, se tienen que tener consideraciones de tipo teológico – políticas, para una aproximación correcta del fenómeno.

El párrafo anterior, abre un excuso necesario. ¿Qué tipo de ejercicio del poder tiene como consecuencia aquel que es considerado desde un plano teológico-político? Quizás yendo a un análisis fino, diríamos que no existe ningún régimen político que se haya sostenido sin una idea de Dios, aunque ésta sea inmanente, está más que evidenciado que por la inversión teológica de Descartes, Leibniz y Malebranche realizada a estructuras de pensamiento trascendentes, se ha producido la puesta en escena de criterios legitimadores de Lo Político desde estructuras de pensamiento seculares que reciben ropaje divinizados. No obstante, sí es posible extraer consecuencias dentro de la praxis.

(Continuará)

Óscar D. Báez, Círculo Tradicionalista Nuestra Señora de la Asunción. Paraguay.