ESPAÑA, GALICIA– La nueva Ley Educativa impulsada por la Ministra de Educación, Isabel Celaá, fue aprobada en el Congreso el pasado 19 de noviembre. Fue aprobada con una mayoría ajustada –la votación se salvó por un solo voto– y ha suscitado numerosas polémicas. Desde el pasado domingo, se han convocado múltiples manifestaciones en protesta contra la Ley.
La Ley se ha aprobado ante la falta de consenso entre partidos en el parlamento. El descontento ha dado lugar a múltiples movilizaciones durante el pasado fin de semana, convocadas por la plataforma Más Plurales. La plataforma ha dejado de lado la reivindicación la educación diferenciada. Desde Más Plurales critican la Ley Celaá por considerarla parcial y abusiva. Se consideran maltratados, puesto que en los colegios concertados se ha llevado a cabo lo que el Sistema exigía y aún más.
Estos son algunos de los puntos más polémicos de la nueva normativa. La Ley obstaculiza la financiación pública de buena parte de los colegios concertados, muchos de ellos intitulados católicos. Niega la financiación a los colegios que preservan la separación tradicional de los grupos de clase, divididos por sexos como recomienda la Iglesia. Profundiza ideológicamente en la denominada «educación sexual» desde la ideología de género, incompatible con la doctrina católica. Retira la el carácter evaluable de la asignatura de Religión.
Otro punto polémico es la eliminación del español como lengua vehicular en la enseñanza, que el Gobierno admitió para garantizar el apoyo de los partidos separatistas. Las críticas pedagógicas se centran en el criterio de «equidad» evaluadora que establece la nueva Ley. Esta medida actuaría en detrimiento de los méritos del alumno y en la práctica cuestionaría la validez de los certificados educativos.
Además de las movilizaciones civiles, Partido Popular y Vox han anunciado que presentarán recursos de inconstitucionalidad contra la nueva Ley de Educación. Ambas formaciones se han lanzado reproches, acusándose mutuamente de aprovechar interesadamente la situación.
FARO/ Círculo Tradicionalista Juan José Marco del Pont.