La conocida como «Ley trans» ha comenzado su tramitación parlamentaria en el Congreso de los diputados. Esta ley inicua y aberrante permitirá modificar el sexo legal en base a la libre voluntad; es decir, sólo es necesario acercarse al registro civil y solicitar el cambio de sexo para que la petición sea concedida, sin más trámites requeridos.
A raíz de la futura aprobación de esta ley, han sido bien recibidas en medios conservadores las declaraciones de Celso Arango, jefe de psiquiatría juvenil del Hospital Gregorio Marañón, que ha comentado: «Esto es una locura, va a hacer daño a mucha gente, muchos jóvenes que tienen trastornos creen que los van a arreglar convirtiéndose en trans cuando no lo son. La Ley Trans no puede salir adelante así». Como respuesta, Arango ha apadrinado en el Colegio de Médicos de Madrid, la presentación de la Asociación Amanda, que agrupa a unos 300 padres de toda España que aseguran sufrir la situación que él denuncia.
Lejos de ser motivo de alegría, lo único que refleja esta asociación es el fracaso de la democracia liberal. No sólo permite la aprobación de leyes anti-naturales sino que empuja a los individuos a luchar por intereses particulares olvidándose del bien común. El abandono del orden social cristiano conduce al individualismo y al sálvese quien pueda. Se multiplican las asociaciones que luchan por derechos parciales como el derecho a la vida, el derecho a la muerte digna, el derecho a una vivienda… La mayoría de ellas por no decir todas, equivocadas en sus fundamentos y argumentos (de ello se ha hablado largamente en este periódico). Conforme se suceden leyes inicuas, surgen agrupaciones en reacción frente a dichas leyes. Así el hombre víctima de los abusos de sus gobernantes malgasta sus fuerzas en la estrategia utilizada para defenderse de ellos. Derrocado el Rey, reyezuelos ocupan su lugar, la Ley es sustituida por leyes inicuas y los individuos vagan dispersos y separados unos de otros, porque los intereses de unos chocan contra los de los otros.
«Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no podrá subsistir»
Mateo,12
Belén Perfecto, Margaritas Hispánicas