¿Nosotros también «somos fachas»?

Principales directivos de la plataforma liberal NEOS, con Jaime Mayor Oreja (a la derecha) como presidente. Fuente, El Debate

El 12 de Octubre de 2022, venerable día de Nuestra Señora del Pilar, día de todas las Españas de aquí y allá del Océano, entre las fiestas religiosas y civiles que, a cuál más o menos, se han desnaturalizado bastante de su sentido tradicional y cristiano, pudimos ver una nueva campaña pintoresca originada por una plataforma llamada NEOS, que preside el exministro del interior de España, Jaime Mayor Oreja.

En este particular vídeo, titulado «¿Tú también eres facha?», esta plataforma aborda al espectador para intentar convencerlo de que él también «es facha», de que debe sentir orgullo por ello, predicarlo a los cuatro vientos y llevarlo como blasón y no motivo de vergüenza. «Celebra este 12 de octubre sin complejos»; «si te sales del camino marcado, del pensamiento único, serás cualquier cosa, pero también facha»; «si decides hablar bien de nuestra historia, o si te impresiona la Fe de Pelayo, facha»; «¿ves la Transición como un ejemplo? Eres facha?», son algunas de las propuestas de la plataforma autora de la campaña.

Para los lectores que no estén habituados al lenguaje usado por los revolucionarios en esta tierra española de la península, el término facha, desde al menos la década de los 60 del pasado siglo, ha sido la palabra utilizada por la rama izquierda de la Revolución para insultar a todo aquel que, de manera genuina o aparente, se haya opuesto a las más perniciosas corrientes revolucionarias.

Así, bajo el término «facha», los revolucionarios de izquierda agrupan, con astucia, a los que poseen amor patrio, guardan respeto a los antepasados, conservan la Fe católica, y muestran cualquier otra faz tradicional y religiosa verdadera, con sus socios los revolucionarios de derecha o también llamados conservadores. De esta manera, como la naturaleza propia de un revolucionario de derecha es el disfraz antirrevolucionario, pero que esconde debajo una asunción vergonzante de las ideas de la Revolución, ese término ha servido muchas décadas para amedrentar y asustar juntamente a conservadores y tradicionalistas, para que no haya impedimento a que la izquierda prosiga su labor descristianizadora.

Con esta nueva campaña conservadora, se pretende mejorar la estrategia de la Revolución, pues en los últimos años se ha desgastado el sentimiento vergonzante hacia el nacionalismo, que ha ganado fuerza con los nuevos partidos liberales de la derecha. Lo que ahora se pretende es utilizar el sentimiento natural de amor a la patria, que todo hombre tiene impreso en el alma como vocación de cumplir el cuarto mandamiento de la Ley de  Dios, para que en su lugar ame lo que debe repudiar, por ser precisamente lo que le hace la guerra a su patria. Esta estrategia lleva funcionando desde tiempos de la Revolución en Francia, cuando por la imposición del nacionalismo se pretende reemplazar la Tradición, es decir, el Orden Cristiano, por el artificio revolucionario.

Por esto debemos aclarar desde las páginas de La Esperanza: nosotros, ¿somos fachas?. Evidentemente no, pues nosotros somos españoles y católicos, es decir, lo opuesto al mundo facha, que no es sino otra de esas artificiales criaturas revolucionarias. Advertimos aquí a todos los españoles, como bien han explicado en muchas ocasiones nuestros grandes sabios cristianos, que para amar primero hay que conocer, porque es imposible amar aquello que se ignora. Hay que conocer las historias verdaderas de las Españas, las doctrinas ciertas del Derecho, de la Política, conocer la Fe Católica, y no confundirlas con las revoluciones de izquierda o de derecha que les hacen la guerra.

Gabriel Sanz Señor, Círculo Cultural Antonio Molle Lazo