Las invasiones y ocupaciones ilegales de tierra incrementaron de 208 a 237 en Bolivia. Tan solo en el departamento de Santa Cruz se cuentan 104. El gobierno insiste en que se dedica a combatirlos, pero evita especificar las actividades a las que se dedican los avasalladores.
El exministro de Gobierno, Carlos Romero, afirmó que existe un vínculo entre la toma de tierras y el narcotráfico, tráfico de madera y de minerales. Además, aseguró que el país se acerca a la «colombianización» debido a la presencia de cárteles de droga.
La relevancia del conflicto por tierras resurgió debido a la toma ilegal de la propiedad de la familia Kim y los reclamos contra la pasividad del gobierno y la Policía por la ocupación de tierras productivas en la provincia Guarayos de Santa Cruz. De acuerdo con el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), en el departamento del Beni hubo 58 avasallamientos; en Pando, 31; en Cochabamba, 17; en La Paz, 3; en Oruro, 5; en Chuquisaca, 7; en Potosí, 4; en Tarija, 8.
Queda claro que el gobierno masista es cómplice de la ocupación ilegal de propiedades en todo el país. No por nada moviliza con rapidez a la Policía cuando existe una seria amenaza contra su régimen, pero pone mil excusas cuando se trata de hacer justicia.
Agencia FARO, Círculo Tradicionalista San Juan Bautista.
