Debido a un documento, se ha suscitado un escándalo en la cartera de minas y energía del gobierno de Colombia, encabezada por la filósofa Irene Vélez.
El documento de la discordia titula Balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para la Transición Energética Justa. En dicho instrumento técnico, el ministerio de minas y energía da a entender que las reservas de petróleo y gas están agotadas ya que solo queda utilidad para los próximos catorce años. La ministra Vélez sostuvo que «el país tendría un potencial de gas hasta 2037, con reservas certificadas y recursos contingentes». Cabe anotar que dicho documento fue usado por la ministra para defenderse de la moción de censura que interpuso la oposición el pasado 6 de diciembre de 2022.
Saliendo al paso de esta afirmación, la viceministra de energía, Belizza Ruiz, quien presentó su renuncia hace poco —la cual no ha sido aceptada por el ejecutivo nacional— afirmó que es falso lo que sostiene la ministra y, para complicar las cosas, asegura que dicho informe contiene una gran cantidad de errores técnicos, pues, en ningún momento se siguieron los lineamientos internacionales para medir las reservas. Para rematar, también afirmó que el documento en cuestión, sobre el que basa la ministra sus afirmaciones, no contó con el aval de los técnicos del ministerio, quienes, además, pidieron que sus nombres fueran excluidos del mismo antes de su publicación.
La ministra ha defendido su posición, pero las denuncias de la viceministra, que ya llegaron a oídos de la procuradora general de la república, Margarita Cabello, han levantado ampollas en los sectores políticos tanto de oposición como en el oficialismo petrista. El presidente, por su parte, se ha negado a remover a la ministra de su cargo y ha salido en su defensa, una actitud que le llegó a criticar a su antecesor, Iván Duque, en casos como el de los 70,000 millones del proyecto centros poblados.
Los sofismas de la ministra Vélez, que han servido de guía inadecuada para que Petro quiera prohibir la exploración y concesión de nuevos proyectos petroleros y de gas, han demostrado, una vez más, la incapacidad de la funcionaria para ejercer dicho cargo, la cual se viene alertando desde su nombramiento, en especial por su profesión.
Queda claro que los filósofos y la producción energética no van de la mano.
Agencia FARO, Colombia. A. Hincapié.