Laguna de Términos o de Tris fue uno de los puertos más codiciados y asediados por los piratas, bucaneros y corsarios ingleses. Se trataba de punto medio entre el principal puerto de la Nueva España, Veracruz, y el de San Francisco de Campeche.
Desde el siglo XVII, cientos de piratas habitaban en zonas de la laguna donde se avituallaban, planificaban y ejecutaban saqueos. El 14 de agosto de 1672, el Gobernador de Veracruz tomó la decisión de enviar una expedición para desalojarlos. Sin embargo, la comitiva regresó en octubre de 1673 sin éxito alguno. Más tarde, en 1680, el gobernador de Campeche, Felipe González de la Barrera ordenó una segunda expedición. En ésta se logró incendiar estancias y casas donde habitaban los corsarios, haciendo que estos huyeran temporalmente: regresaron al poco tiempo. Este hecho fue tan considerado que el propio rey Carlos II le otorgó a González el título nobiliario de Conde de la Laguna de Términos.
En 1683, Laurence de Graff (Lorencillo), entre otros piratas, apresaron y encerraron a la población veracruzana en una iglesia. Violaron a las mujeres, torturaron sacerdotes, así mismo a hacendados, y saquearon un botín sumamente cuantioso. Después de ocurrida la crisis, el mismo Virrey Gaspar de la Cerda Sandoval y Mendoza, Conde de Gálvez, envío al ingeniero Jaime Frank para verificar la posibilidad de edificar un fuerte en la isla. Pero éste le dio razones tácticas para rechazar el proyecto.
La reconquista de la Laguna de Términos inicia en el siglo XVIII alrededor de los años 1703-1704. El capitán novohispano Francisco Fernández, con un buque guardacostas, seis canoas, y 184 soldados bien pertrechados, da un contundente golpe al contingente pirata. Destruye instalaciones, embarcaciones, pequeños astilleros y hace prisioneros a peligrosos criminales marítimos como Isaac Hamilton, William Haven o John Elliot. Los remiten a Campeche y después a la capital de la Nueva España para su juicio. En ese mismo año de 1704, el virrey Francisco Fernández De La Cueva, duque de Albuquerque, dio despacho al hasta entonces Alcalde Mayor de Tabasco, Don Alonso Felipe de Andrade. Le encomendó incorporarse como Sargento al frente de las fuerzas novohispanas de Campeche, para desterrar finalmente a los piratas ingleses. Don Alonso acudió personalmente al mando de 200 soldados y 14 piraguas a la Laguna de Términos, donde desbandó con presteza y habilidad a los grupos piratas. Después de esa victoria se inició la apresurada construcción de una estacada para la defensa.
El 15 de Julio de 1717 por la noche, varios centenares de bucaneros, con buques y armas letales atacaron por sorpresa a los soldados tabasqueños. Invitaron al que fuera alcalde Mayor de Tabasco, Don Alonso, a entregar las armas. Éste respondió valerosamente: «hombres tengo y pólvora suficiente para no entregar la plaza», entablando una batalla memorable donde el sargento les arrebató un cañón de metralla. Con ayuda de sus esforzados soldados y una devoción inquebrantable a Nuestra Señora y a Cristo Rey, arremetieron contra las fuerzas enemigas. Después de un largo y sangriento enfrentamiento, no quedó ningún pirata inglés vivo. Desafortunadamente el sargento don Alonso pereció en combate a sus 50 años. Un día después de la refriega, las fuerzas novohispanas fundaron el «puesto militar del Carmen», nombre de la festividad de ese heroico día. Al enterarse el rey Felipe V dispuso que a la esposa, hijas e hijos del difunto se les otorgase una pensión hasta que estos últimos llegasen al matrimonio. El rey rebautizó a la Laguna de Términos como Isla del Carmen.
FARO/Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta de la Ciudad de Méjico. L. Hernández Villafaña