No basta con ser católicos

Los enemigos de Dios y su Iglesia no duermen

Augusto Ferrer Dalmau

Esta carta se publicó el día 2 de abril de 1945 en el boletín del Tercio de Alpens ADELANTE REQUETÉ.

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Jóvenes católicos de España:

A vosotros me dirijo en esta hora grave. Mirad por doquier; por todas partes veréis el mismo espectáculo vergonzoso: una juventud frívola, pagana y sin virilidad, y todo eso por falta de convicciones profundas. Gracias a Dios, vosotros constituís una excepción en lo que a materia religiosa se refiere; pero ¿qué sucede en cuanto se refiere a materia política y social? Ah, el indiferentismo está en la mayoría. Y esto es grave, gravísimo. La política, según rezan autorizados textos, es el arte de gobernar a los pueblos; por tanto, ¿os dais cuenta de a lo que puede conducir la indiferencia en asunto tan trascendental como es el gobierno de nuestra nación? Los enemigos de Dios y su Iglesia, que para nosotros es tanto como decir los enemigos de España, no duermen. Por todos los medios imaginables maquinan para hacerse con el gobierno de nuestra nación. Se intenta por diferentes medios y por distintos sectores volver a un estado de cosas anterior al 14 de Abril [de 1931: proclamación de la Segunda República]; se pretende embaucar a los españoles con la vuelta a una política que consumó la liquidación de las colonias y que es responsable de toda la sangre vertida en tres guerras civiles y que, caso de prosperar, nos llevaría a la cuarta, ya que los Carlistas no estamos dispuestos a que de nuevo la revolución ande a su placer, ni a que Cristo sea vejado públicamente y convertidos en ruinas sus altares.

Por eso el Requeté aprieta sus filas y organiza Tercios y más Tercios. Por eso una pléyade de muchachos enteramente católicos como vosotros, pero que unen la acción a la oración, que han hecho suya la vieja máxima de «a Dios rogando y con el mazo dando», van nutriendo cada día de nueva savia y juvenil vigor el viejo tronco de la Comunión Tradicionalista.

¿Y eso no os admira?, ¿no dice nada a vuestro espíritu católico y español? Recordad que sois miembros de la Iglesia por el Bautismo, y por la Confirmación soldados de Cristo. En conclusión: pensad que no basta con ser católico piadoso y devotísimo. Hay que ser atletas de Cristo, peleando en todos los terrenos donde Aquel sea escarnecido; de lo contrario la revolución os devorará sin remedio. Si es preciso, seamos mártires, pero a la manera de aquel bravo Requeté jerezano, de aquel Antonio Molle Lazo, que quizás a no tardar podamos venerar en los altares. Y no olvidemos nunca que, como reza nuestra Ordenanza, el Requeté: «Ante Dios no será nunca héroe anónimo».

Y ahora sólo me resta pediros que meditéis y que obréis en consecuencia.

El Requeté

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