Mes de los Mártires de la Tradición: Benedicto Torralba de Damas

su trabajo por un orden social cristiano se concretó en la dirección de varias revistas católicas

A la izquierda Benedicto Torralba, a la derecha, monumento funerario en el cementerio de Ponts

Nació en Salobreña (Granada) en 1899 y, después de cursar estudios de Derecho y Filosofía y Letras, ejerció como escritor.

En realidad, Torralba de Damas no sólo merece ser honrado en este mes dedicado a los Mártires de la Tradición, sino también es acreedor de una mención especial entre los escritores españoles más destacados. Por su condición de mártir de la Tradición, en persecución solapada, el Régimen del 78 lo mantiene alejado de los libros de texto y de los puestos destacados en las recopilaciones literarias.  Escribió Las Infantinas (1919), El legado (1925), El idilio inacabado (1928), Montserrat: la montaña milagro (1929), Filosofía del toreo (1932), Más leal que galante: drama en dos actos y en verso (1935), En los nidos de antaño y La ruina de una casa noble.

Se afincó en Barcelona, donde fue miembro del Círculo Tradicionalista San Andrés de Palomar y su trabajo por un orden social cristiano se concretó en la dirección de varias revistas católicas: Exposición Misional Española, Don Fantasma, Guirigay, además del periódico La reacción.

Cuando se produjo el Alzamiento nacional se encontraba con su familia en Bor, localidad del Pirineo catalán. Allí fue detenido y encarcelado en la Seo de Urgel. Fue fusilado el 14 de noviembre de 1936 en Ponts, durante su traslado a la prisión de Lérida.

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