Para conmemorar la gloriosa Fiesta de los Mártires de la Tradición, publicamos este poema de la margarita Pilar Cavia, aparecido el 10 de marzo de 1913 en EL CORREO ESPAÑOL (núm. 7335).
***
Como madre cariñosa,
hoy la Tradición fecunda
conmemora de sus mártires
las trágicas desventuras.
Hoy hay llanto en nuestros ojos,
y hay en nuestro pecho angustia,
y en nuestros labios plegarias,
que hasta los cielos se encumbran
pidiendo gracia al Eterno
para aquellas almas justas
que hicieron, por el deber,
de su existencia renuncia.
En estos tiempos prosaicos,
en que sólo el hombre lucha
por la posesión del oro
que, atrayente, lo deslumbra;
y es su estómago su Dios,
y sus acciones regulan
ambiciones bochornosas
que bajezas mil denuncian.
Y hay viles apostasías,
y componendas inmundas,
y moral rebajamiento
en palacios y zahurdas;
grato es refrescar el alma,
en esta atmósfera pura
de sacrificios sublimes
y de enterezas augustas,
que, bajo nuestra Bandera,
con pasmo del mundo, abundan
en el vasallo leal
y el Jefe de regia alcurnia.
Así, por los que, abnegados,
descendieron a la tumba
nuestro lema defendiendo,
símbolo de sus ternuras.
Por los que el liberal régimen
asesinó, sin disculpas,
a la clara luz del día
y en las cárceles oscuras.
Por todos, sublimes mártires
de nuestras creencias fúlgidas,
engendradoras de estoicos
y de héroes sin ventura;
roguemos, emocionados,
sin que olviden nuestras súplicas
a aquel Rey que instituyera
esta fiesta, en España única;
y a la Reina Margarita,
ya, por nuestro mal, difunta,
de Carlos VII, esposa,
de Don Jaime, madre augusta.
Una oración y una lágrima
dejemos sobre sus tumbas;
silos, que abrieron los odios,
bocas que, callando, acusan.
Pilar de Cavia
Deje el primer comentario