En el mes de los Mártires de la Tradición: los Macabeos Mejicanos (I)

en el Méjico de 1855 había unos cachorros de la cristiandad que no iban a permitir los atro­pellos de los liberales

Queridos lectores de La Esperanza, aprovechando este mes dedicado a los Mártires de la Tradición, con este artículo se busca dar a conocer de manera muy general a dos católicos contrarrevolucionarios mejicanos: el general Luis G. Osollo y el general Miguel Miramón. Estos generales formaron parte de la lucha por la Tradición de manera ultramontana cuando las revoluciones li­berales golpeaban a ambos lados de lo que había sido la Monarquía Católi­ca.

En más de una ocasión hemos podido escuchar en sermones, artículos o charlas cotidianas sobre la valentía de los Macabeos del Antiguo Testa­mento. Si no es el caso y se desconoce sobre ellos presento una breve intro­ducción histórica.

En el año 166 antes de Nuestro Señor Jesucristo el pueblo hebreo se encontraba bajo la dominación de Antíoco Epífanes IV rey de Siria de la di­nastía seléucida. Dicha dominación siria al pueblo hebreo contaba en su ha­ber con profanaciones en Jerusalén, al igual que todas las aldeas y ciudades de Judea. Se construyeron en las plazas públicas estatuas a las falsas deida­des paganas de Zeus o Júpiter. Aquellos hebreos con respetos humanos y que temían por sus vidas si no rendían culto a los falsos dioses, para no tener problemas con los sirios ofrecían a las deidades paganas los sacrificios pres­critos.

Pero no todos los hebreos temían al poder sirio y sus abusos, entre ellos se encontraba un anciano sacerdote llamado Matatías, este sacerdote hebreo se resistió a implantar el culto y sacrificio a los dioses paganos, de­fendió el culto al verdadero Dios y dio muerte a los intrusos que profanaban los templos hebreos. Con esto inició la lucha contra la invasión siria en la fe verdadera de esos tiempos, ante la muerte de Matatías le sucedió su hijo Judas quien recibió el sobre nombre de Macabeo que venía del maqqaba que significa martillo, dicho instrumento rompería ahora el mal hecho por los invasores y traidores que ofendían al verdadero Dios.

Lo antes mencionado es el origen de la dinastía de los Macabeos bíbli­cos, quienes con su vida y ejemplo reconquistaron Jerusalén. Pero la osadía macabeica no termina en el año 63 antes de Nuestro Señor Jesucristo, den­tro de la historia de los leales a Dios y su Iglesia se encuentran grandes e­jemplos que emulan la entrega de los hijos de Matatías, como fueron histó­ricamente los vandeanos, tiroleses de Andreas Hofer, carlistas y cristeros. Pero en otras ocasiones se nos olvidan las menciones producto de la pereza histórica o la quisquillosa propaganda de la revolución liberal que deja en el olvido a tan nobles personajes. 

Este es el caso de los Macabeos Mejicanos, en el siglo XIX la revolución liberal golpeó con mano dura a la Monarquía Católica o Cristiandad Menor, por ello dentro de un tiempo no se escuchaba de los leales a la tradición política, de los defensores de Cristo Rey.

Después de 1821 y con la secesión de la Nueva España gracias a la revolución iturbidista los mismos que coronaron a Agustín de Iturbide para dar lugar al «Méjico Independiente» años después fueron los que promo­vieron una serie de leyes conocidas como Leyes de Reforma, de manera di­recta o indirectamente. Esas leyes producto de una revolución liberal acelerada atentaba contra el lugar de la Iglesia en la sociedad y aquellos vestigios que quedaban del pasado virreinal, sea el fuero militar o el privile­gio comunal de las tierras indígenas.  

En el año de 1854 surgió la Revolución de Ayutla, dicho movimiento armado dejaba atrás el gobierno militar y conservador de Antonio López de Santa Anna para colocar con mayor peso en la escena política de Méjico a hombres como Valentín Gómez Farías, Benito Juárez, Melchor Ocampo en­tre otros. Estos hombres proponían por medio de su revolución determinar la forja del triunfo del liberalismo en Méjico, un gobierno constitucional, republicano y de tinte democrático, un tridente perfecto para establecer la secularización de Méjico y separar a la Iglesia y el Estado.   

Pero así como en tiempos de Matatías hubo alguien que reaccionó frente a los sacrilegios de los sirios para con los hebreos, en el Méjico de 1855 había unos cachorros de la cristiandad que no iban a permitir los atro­pellos de los liberales, estos hombres fueron conocidos también con el nombre de los Macabeos.

(Continuará)

Alexander G. Becker. Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta.

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