Crónica Mártires de la Tradición en la Ciudad de Méjico

se rindió honores a la bandera del Círculo Felipe II de Manila, como muestra de hermanamiento con la Asia española

CIUDAD DE MEJICO.- El Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta celebró por quinto año consecutivo a los Mártires de la Tradición según las disposiciones de Carlos VII, en esta ocasión en el Atrio de la Basílica de Guadalupe.

El pasado sábado 25 de marzo día de la fiesta de la Anunciación, los correligionarios de la Ciudad de Méjico se reunieron cerca de la hora nona a la entrada de la Antigua Basílica de Guadalupe, también se dieron cita algunos otros integrantes de los Círculos de Puebla y Toluca a los pies de la Virgen del Tepeyac.

Los actos comenzaron con unas palabras de bienvenida de parte del presidente del Círculo, quien distinguió a los Mártires de los muertos, recordando un poco el significado de las palabras que Nuestro Señor dijera hacia aquel que pidió esa dispensa de enterrar a los muertos, y la interpretación de San Gregorio Magno al identificar a estos muertos con los pecadores enterrados bajo la loza de sus propias palabras, esas palabras que el liberalismo repite sin cesar pero que son vacuas y negativas, en contraste con la vida que brota de los Mártires semillas de vida que hacen de Nuestro Señor un promotor Pro Vida Eterna por su misericordia y no un activista Pro-vida.

A continuación el Correligionario Alexander Becker tomó la palabra para explicar los movimientos contrarrevolucionarios cuyas banderas acompañaron a la comitiva durante todo el acto, destacando el uso por primera vez de los Macabeos de mediados del siglo XIX con su lema «Religión o Muerte», además de la bandera del Círculo Felipe II de Manila, que como muestra de hermanamiento con la Asia española se integró en las oraciones en comunión con nuestros lejanos correligionarios filipinos. Además de la explicación histórica de la bandera, el correligionario explicó las razones del por qué de su homenaje, tanto a los mártires antes mencionados, como a los realistas entre quienes destacó personajes como José de la Cruz, hasta llegar a los Mártires Cristeros del Siglo XX. Posteriormente, después de las arengas y vivas a Cristo Rey, comenzó el rezo del Santo Viacrucis siguiendo las estaciones dolorosas atriales con el canto del Tradicional Stabat Mater para finalizar con el Canto del Oriamendi.

Al final, la mayoría de los correligionarios se reunieron para una cena y una convivencia de hermandad en un entorno familiar allí el correligionario Rodrigo Fernández concluyó con un discurso enfocado en la espiritualidad irlandesa y la cerveza de Santa Brígida de Irlanda. Quiera Dios que jamás olvidemos a nuestros Mártires, que sean siempre nuestro ejemplo ante el mundo posmoderno que enfría toda justicia y caridad patriótica.

 

Agencia FARO, Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta.

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