El pasado mes de marzo de 2023 la Universidad Pontificia de México acogió una celebración judaizante conocida como Pésaj (o cena pascual judía) dentro de sus instalaciones. La ceremonia consistió en la reunión y cena de 18 comensales, entre docentes y alumnos de la licencia en Teología bíblica, en donde celebraban la liberación del pueblo hebreo de Egipto en un esquema de aproximación a la historia «sinagogal». Los presentes utilizaban vestimentas judaicas como el Talit o la Kipá. Entre los portadores de estos aditamentos se encontraban clérigos y religiosas «católicos».
Cabe mencionar que la promoción de esta iniciativa de «libertad religiosa» ha sido promovida lamentablemente por los propios que se dicen «católicos», que han actuado como muchas cosas, menos como católicos. Por esta razón, la presente noticia-artículo no tiene otro objetivo que alertar a los católicos de este tipo de prácticas judaizantes.
¿Quién es un judaizante? En la historia se les conoce a estos personajes como aquellos judíos que habían sido bautizados en la Fe católica, pero que ocultamente seguían practicando los ritos judíos y los promovían entre los suyos. A estos judíos falsamente conversos poco les importaba la institución de la Santa Misa, el sacerdocio católico, la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, pues ellos seguían con sus celebraciones de pascua judía, con lo que daban a entender que el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo era inválido, por ello no había resurrección y el cristianismo por ende resultaría falso.
En tiempos de la Nueva España, la Santa Inquisición hubiera penado como delito de máxima gravedad el acto judaizante ocurrido en la Universidad Pontificia del México actual. Por su parte dentro de los decretos inquisitoriales se calificaría el acto como una traición pública y personal contra la Fe verdadera. Lamentablemente hoy ya no contamos con los auxilios inquisitoriales, pero si tenemos las letras de Santo Tomás de Aquino, el Doctor Angélico, en donde expresamente deja saber que los gentiles no tenían motivo de observar los antiguos ritos. Y el propio Santo Tomás de Aquino cita a San Agustín para referir que el seguimiento de los antiguos ritos no procedía ya una vez consumado el Sacrificio del Calvario: Ya no se promete que nacerá Cristo, que padecerá, que resucitará, como los antiguos ritos pregonaban; ahora se anuncia que nació, que padeció, que resucitó, y esto es lo que pregonan los sacramentos que practican los cristianos. (S.T. I-II ae q.103 a. 3). A su vez, es de gran relevancia lo narrado por San Mateo en el Evangelio que deja ver la importancia de la Nueva Alianza: Y he ahí que el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo (Mt. 27, 51) Con esto queda superada la antigua alianza y sus ritos, para vivir conforme a la nueva alianza y el sacrificio verdadero de Nuestro Señor Jesucristo en cada Misa.
Queridos lectores, como católicos no nos dejemos engañar por los folklorismos judaizantes que van muy bien con la máscara de supuestas «tradiciones», que no son más que herramientas del modernismo que condenó San Pío X. Aceptemos la verdad y amor de la alianza de Nuestro Señor Jesucristo, que fue un amor de cruz, hasta la última gota de su bendita sangre.
J. Junco. Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta
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