ESPAÑA, MADRID- El ministro de Agricultura español, Luis Planas, comunicó su inquietud al homólogo norteamericano, Tom Vilsack, debido a que EE.UU. no ha levantado aún el arancel a las olivas españolas que exporta nuestro país.
Planas espera una solución rápida del asunto, como comunicó el martes. Tras aguardar en vilo al dictamen de Bruselas, que interpeló a los estadounidenses, el ministro confiaba en una salida automática del problema.
A la bajada en la producción del producto, también en las ventas o la carestía de sus precios, se une este problema en el sector. Más insidioso de lo que parece, porque los impedimentos comerciales estadounidenses afectan a otras exportaciones, además de encarecer esta importante vía del comercio de oliva.
Cinco años de aranceles
EE.UU. impuso en el 2018 un arancel del 35% a la aceituna negra española (EFE). Incluso la Organización Mundial de Comercio (OMC) falló en contra de este abuso hace dos años.
Entonces, el país norteamericano se comprometió con Bruselas a retirar el impuesto arancelario en enero de 2023. Pero el ejecutivo de Biden no ha acabado con esta sangría que inició su anterior presidente, Donald Trump.
Semanas después de que la UE insista a los responsables estadounidenses, Planas renueva su leve reclamo. El Gobierno español baraja volver a solicitar a Bruselas que lleve el caso a la OMC otra vez.
El Ejecutivo español quitó importancia al asunto en las diversas ocasiones en que saltó al foco público. Pese a los graves perjuicios, también ahora el ministro aduce que se trata de un ligero «nubarrón en unas excelentes relaciones bilaterales globales».
No parece que este negocio resulte excelente. Tampoco que las relaciones con el gigante anglosajón sean demasiado buenas. Por el contrario, vemos los tratos siniestros en materia migratoria, o cómo EE.UU. arma a un país hostil en nuestra frontera sur.
Agencia FARO/ Círculo Cultural Antonio Molle Lazo. R. Moreno.
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