El Exmo. y Rdmo. Sr. Doctor don Luis Argüello García firmó el 14 de mayo, V domingo de Pascua el decreto por el cual establece un año jubilar en honor al Sagrado Corazón de Jesús en su jurisdicción de Valladolid, por concesión del papa Francisco a través de la Penitenciaría Apostólica.
Es una oportunidad con los deseos puestos en los frutos necesarios para la salvación de las almas, de los españoles y los vallisoletanos y todo fiel que se pueda beneficiar. Es un momento de gracia y bendición donde la penitencia y la conversión deben ser el punto central para renovar la vida espiritual de la Archidiócesis y que se contagie a todos los rincones del mundo, en especial del hispano. La imagen será la estatua del Sagrado Corazón que corona la torre de la catedral metropolitana y el lema: «Venga tu Reino». Las sedes jubilares serán la Santa Iglesia Catedral y la Basílica menor de la Gran Promesa. Y el periodo jubilar será desde el próximo 16 de junio y hasta el 7 de junio de 2024 (festividades del Sagrado Corazón de Jesús de este año eclesiástico hasta el siguiente). Así los peregrinos podrán alcanzar la indulgencia plenaria, siempre y cuando acudan a los templos jubilares y participen en las condiciones acostumbradas: confesión y comunión sacramentales, oración por las intenciones del Romano Pontífice, las necesidades de la Santa Iglesia y de la Archidiócesis.
Coincidió la firma con la efemérides de la revelación que recibiera el padre Bernardo de Hoyos, SJ, en la iglesia del antiguo colegio de San Ambrosio de los jesuitas el 14 de mayo de 1733. Lo que se conoce como La Gran Promesa:
«Reinaré en España, y con más veneración que en otras partes».
Promesa que sin duda se extiende por antonomasia a todas las Españas.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús está ligada al combate con las herejías, entre ellas el jansenismo, y a las corrientes contrarrevolucionarias, trayectoria coherente con sus orígenes, cuando el Sagrado Corazón había pedido a Santa Margarita María de Alacoque ser enarbolado en las banderas del rey de Francia. Ya don Carlos VII en Orduña (Vizcaya) hizo la consagración de todos los Reinos y sus Reales Ejércitos en la misma Solemnidad el año de 1875 a petición de S.S. Pío IX.
Se desea por tanto que sea un preámbulo y una preparación para los próximos años jubilares el Año Santo Romano (2025) y del Año Santo de la Redención (2033). Y la intención de ser un estímulo para la vida espiritual de la archidiócesis, una conversión, para que se obtenga el compromiso en llevar públicamente el Reinado Social de Jesucristo.
Gerardo Miranda, Círculo Tradicionalista Lirio y Burgoa
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