El sábado 20 de mayo la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC) denunció que las llamadas disidencias de las FARC asesinaron a cuatro menores indígenas en los límites de los departamentos de Caquetá y Amazonas. De acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, los responsables de este crimen son los miembros del Estado Mayor Central de las FARC (EMC-FARC).
Los jóvenes, que pertenecían al Gran Resguardo Predio Putumayo y al pueblo murui, habían sido reclutados forzosamente por el Frente Carolina Ramírez del EMC-FARC, pero lograron escapar el 15 de mayo. Sin embargo, dos días después fueron nuevamente apresados y asesinados con arma de fuego.
Ya la Unidad para las Víctimas había advertido en un comunicado del 18 de mayo que departamentos como Caquetá y Putumayo tenían un alto riesgo de que violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario como desplazamientos, homicidios y reclutamiento siguieran ocurriendo, de acuerdo con el Índice de Riesgo de Victimización (IRV) de dicha entidad.
Agencia FARO, Colombia.
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