«¿Cómo puede venir nada bueno si no volvemos por la honra de Dios, es decir, si no cumplimos en seguida con nuestro deber de cristianos y civilizadores?»
Hernán Cortés, Capitán General de Nueva España.
Bajo esta pregunta que se hiciera don Hernán Cortés en tiempos de la conquista, el Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta busca atender a su deber de piedad filial con aquellos conquistadores peninsulares e indios que con su sangre nos antecedieron, legándonos la fe católica y la civilización hispana, retomando una festividad de gran importancia para la Hispanidad en Ciudad de Méjico, el Paseo del Pendón Real.
El objetivo preciso de este artículo es explicar a manera de catecismo por medio de preguntas y respuestas lo que es el Paseo del Pendón Real en Ciudad de Méjico y su significado.
Primero, el Paseo del Pendón Real es la demostración pública de la fidelidad al Dios verdadero y al justo Rey en tierras mejicanas. En segundo, es un acto devocional dedicado al patrono de la Ciudad de Méjico, San Hipólito. Y en tercero, es la honra a los mártires cristianos que dieron su vida en la conquista de Tenochtitlán en 1521. Todos estos elementos son representados bajo la unidad del Trono y el Altar en el Pendón Real de la Ciudad de Méjico, que es custodiado en procesión desde el Ayuntamiento de la ciudad al templo de San Hipólito.
El Paseo del Pendón Real es una festividad de reconquista, que en el Méjico de hoy enarbola la bandera de la Tradición, de la contrarrevolución y la reinstauración de todas las cosas en Cristo, bajo los principios de Dios, Patria, Fueros, Rey. Por lo tanto, debe ser considerada una festividad de gran importancia para los habitantes del antiguo Reino de Méjico (Ciudad de Méjico, Estado de Méjico, Tlaxcala, Puebla, Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, Querétaro y Michoacán). Pues si se quiere que Cristo reine se deben dar los primeros pasos procesionales para demostrar que Él verdaderamente reina.
¿Por qué el Paseo del Pendón Real se realiza el día 13 de agosto?
Porque el 13 de agosto fue cuando se culminó la conquista de Tenochtitlán con el triunfo del capitán don Hernán Cortés y su ejército de españoles e indios aliados contra el imperio mexica y sus propios aliados bajo la dirección de Cuauhtémoc, que fue capturado en este mismo día.
Aunque en ciertas ocasiones, de acuerdo con las actas del cabildo, el Paseo del Pendón Real se llevaba a cabo días antes o después del día 13 de agosto, esto dependía si las arcas y el contexto permitían su realización en dicha fecha, pero fuese antes o después siempre se honraba al Pendón Real sin falta.
¿Por qué es tan importante San Hipólito en el Paseo del Pendón Real?
Porque el 13 de agosto es la fiesta litúrgica de San Hipólito, militar romano del siglo III, y por esta razón es a San Hipólito a quien se acude, como patrono jurado de la Ciudad de Méjico.
¿Por qué el Paseo del Pendón Real?
Porque al pasear este Pendón sobre el centro de la ciudad capital, se recuerda a sus habitantes que el antiguo imperio pagano de los mexicas se ha convertido en un reino cristiano con el nombre de la Nueva España, y que ahora debe estar bajo el resguardo del Dios único y verdadero, así también, en materia política, bajo la protección y reconocimiento del Rey católico de las Españas, legítimo gobernante de estas tierras mejicanas.
¿Cuál es el Pendón Real en Ciudad de Méjico/ Nueva España?
Durante algún tiempo el Pendón Real fue representado con el estandarte de don Hernán Cortés, que es una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe (Extremadura), demostración Providencial del triunfo de la Madre de Dios en estas tierras. Sin embargo, a partir de 1523, el emperador Don Carlos I, Rey de las Españas, otorgó un escudo con real cédula a la Ciudad de Méjico, que por su riqueza nos es menester replicar aquí:
«Cedulario de la nobilísima Ciudad de México:
Don Carlos, por la Gracia de Dios, Rey de Romanos Emperador. Semper Augusto, y Doña Juana su Madre, y el mismo Don Carlos, por la misma Gracia: Reyes de Castilla de León, de Aragón, de las dos Sicilias… en nombre de Vos, el Consejo, Justicia, Regidores, Caballeros, Escuderos, Oficiales y Hombres buenos, de la Gran Ciudad de Tenoxtitlán-México, que es, en la Nuestra Nueva España, que es fundada, en la Gran Laguna, nos hicieron relación, que después, que la dicha Ciudad, fue ganada, por los Cristianos españoles, Nuestros Vasallos; en nuestro Nombre, hasta ahora no habíamos Mandado, dar, y Señalar Armas, y Divisas, que trajesen, en sus Pendones, y pusiesen en sus Sellos, y en otras, partes, donde las Ciudades, y Villas, de estos Reynos las acostumbran poner y traer, y nos suplicaron, por Merced; diésemos, y señalásemos Armas, para que trajesedes, en los Pendones, de la dicha Ciudad, y se pusiesen, en su sello; y en las otras Cosas, partes, y lugares, donde fuese necesario; y Nos, considerando, como la dicha Ciudad, es tan insigne, y Noble, y el más principal Pueblo, que hasta ahora, en la dicha Tierra, por Nos, se ha hallado Poblado; que esperamos, que será, para Servicio Nuestro, Señor, y ensalzamiento de su Santa Fe Católica, y honra, y acrecentamiento, de Nuestros Reynos, acatando los trabajos y peligros, que en ganalla, los Cristianos españoles, Nuestros Vasallos han, pasado, y sus servicios, y porque, es cosa justa, y razonable, que los que bien sirven, sean honrados y favorecidos de sus Príncipes; por la mucha voluntad, que tenemos, que la dicha Ciudad, sea más noblecida y honrada, tovimoslo, por bien, y por la presente, hacemos Merced, y señalamos, que tengan por sus Armas conocidas un escudo, azul, de color de Agua, en señal de la Gran Laguna, en, que la dicha Ciudad esta edificada, y un Castillo, dorado, en medio, y tres Puentes de Piedra de cantería, y en que van a dar en el dicho castillo, las dos, sin llegar a él, en cada una de las dichas dos Puentes, que han de estar a los lados, un León levantado, que hazga con la uñas en dicho castillo, de manera, que tengan los pies, en la puente, y los brazos en el castillo, en señal, de la Victoria, que en ella hubieron los dichos, Cristianos, y por la Orla, Diez hojas de Tuna, verdes, con sus abrojos, que nacen, en la dicha Provincia en Campo Dorado; en un Escudo a tal como éste, las cuales Armas y Divisa, damos a la dicha Ciudad, por sus Armas conocidas, por las que podáis traer, poner, e trayais, é pongais, en los Pendones, y Sellos, y Escudos, y Banderas, de ella, y en otras partes, donde quisiederes, y fueren menester; e según e como e de la forma y manera, que las traen, y ponen las otras ciudades, de estos dichos nuestros Reinos de Castilla, a quien tenemos dado armas… Dada en la Villa de Valladolid, a cuatro días del mes de Julio; Año del Nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo, de mil e quinientos veinte e tres años. Yo el Rey».
A partir de ese momento, y con esta cédula real, el Pendón Real en Nueva España pasó a ser representado por el real escudo de la Ciudad de Méjico, y por ende utilizado en el paseo del 13 de agosto.
¿Quién llevaba el Pendón Real?
El Pendón Real era llevado por el alférez real, que a su vez era escoltado por el virrey y el presidente de la Real Audiencia. En la marcha le seguían los miembros de la Audiencia, el Cabildo Catedralicio, el Ayuntamiento, los caballeros y la nobleza de la Ciudad de Méjico (indígena o peninsular). Por último, le acompañaban las cofradías y los gremios. Una procesión que representaba a la jerarquía cristiana en Nueva España, y la armonía entre el Trono y el Altar a la hora de forjar civilización.
¿Qué ruta tomaba el Paseo del Pendón Real?
La solemne procesión iniciaba en el Palacio del Ayuntamiento de la Ciudad de Méjico (actual zócalo) y se dirigía a la iglesia de San Hipólito por la calzada de Tacuba, principal camino que conectaba el centro de la ciudad lacustre con la tierra firme y fue la misma por donde don Hernán Cortés tuvo que salir en la llamada Noche Triste, pero que ahora se había convertido en la ruta significativa del triunfante Paseo del Pendón Real.
Una vez llegado el cortejo a la iglesia de San Hipólito, se ofrecía la Santa Misa por los Mártires de la Conquista, que ofrecieron su vida a Dios en la Noche Triste, así como en los demás heroicos combates por el triunfo de la Cristiandad en las tierras mejicanas.
Hoy día, el terreno y las circunstancias han llevado a que el Paseo del Pendón Real se dirija de manera que las posibilidades lo permitan, manteniendo lo esencial y apegados a la realidad. Por ello, la ruta inicia desde el Ayuntamiento ubicado a las orillas del zócalo, para seguir la procesión por la calle de Madero, en continuidad con avenida Juárez y calle Doctor Mora, para finalizar con el cruce de Insurgentes y el establecimiento en la plancha de San Hipólito.
Sean esta serie de reflexiones, preguntas y respuestas una nota esclarecedora para conocer un poco mejor el Paseo del Pendón Real en Ciudad de Méjico, gran fiesta de la Hispanidad, que no es para nada un intento de recreación folclórica, sino los primeros pasos para la reconquista de estas tierras que le pertenecen al Dios verdadero y al legítimo Rey, Enrique V.
Agencia FARO, Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta.
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