Adalberto Terceros: un economista católico boliviano

ES CRUCIAL INVESTIGAR CÓMO Y EN QUÉ MEDIDA SE APLICÓ EN NUESTROS PAÍSES LOS PRINCIPIOS QUE NOS DICTA LA IGLESIA DESDE SU MAGISTERIO

Adalberto Terceros, trabajando en su oficina. Cortesía de la familia.

Este 26 de septiembre, se cumplen cien años del nacimiento del Dr. Adalberto Terceros Banzer (1923-2003). Formado en derecho y economía, logró aportar enormemente a la tierra que lo vio nacer, Santa Cruz de la Sierra, consolidando así un servicio muy generoso a las familias que conforman no solo la ciudad, sino también la región cruceña en Bolivia, mediante el fomento del cooperativismo.

Al respecto, cabe señalar primero que el cooperativismo resulta una manera muy fructífera de aplicar los principios de la Doctrina Social de la Iglesia. Después de todo, si Marcelo Terceros Banzer fue un hombre más teórico e intelectual, Don Adalberto fue más un hombre práctico, un hombre de acción.

Sobre la formación de cooperativas, Louis Salleron en la revista Verbo asegura: «¿Qué autogestión más perfecta se puede imaginar que la autogestión de una cooperativa?». Más adelante, complementa: «La cooperativa suprime, en consecuencia, la explotación y el dominio capitalista y suprime el beneficio, o por lo menos lo distribuye entre los cooperativistas, al establecer la escala de remuneraciones tal como las entienda».

También el profesor Rafael Gambra tiene algo que decir acerca del tema: «Del mismo régimen cooperativo puede también nacer una nueva industria que sustituya en condiciones más humanas y localizadas a la actual industria capitalista anónima». Además, acota: «El poder público debe fomentar y guiar esta tendencia a la asociación cooperativa, que puede desarrollarse paralelamente a una difusión de la pequeña propiedad vincular o familiar».

En el caso concreto de Santa Cruz en Bolivia, Adalberto Terceros fundó junto al padre José Vidal la Cooperativa La Merced el 22 de octubre de 1961, una de las primeras en la historia de Santa Cruz. Terceros fue presidente de su Consejo de Administración durante poco más de 40 años.

En ese lapso de tiempo, el ilustre cooperativista favoreció la concesión de créditos a familias cruceñas que deseaban obtener los insumos necesarios para fortalecer su negocio. Estos créditos se concedían a bajos intereses (1%), lo cual mitigó durante esa época el impacto de la usura prestamista en los bolsillos de los cruceños.

Desde 1971, bajo la dirección de Terceros, la cooperativa incursionó en los créditos para casas, lo cual permitió construir las viviendas que conformaron varios barrios de Santa Cruz de la Sierra. Entre ellos, están: Villa Mercedes, Hamacas, El Bajío, El Paraíso, Flamingo, 24 de Septiembre, YPFB y Aprocruz.

Terceros asesoró también la fundación de las cooperativas Jesús Nazareno, la Santa Cruz, San Roque, San Andrés, Fátima, San José Obrero, Warnes y Portachuelo. Asimismo, organizó las agencias de La Merced en municipios como San Ignacio de Velasco, Concepción, Guarayos, Cotoca, Pailón, Mairana, Samaipata, Saipina, Minero, Chané, Yapacaní, Charagua y Riberalta.

Su formación como abogado en Santa Cruz y como economista en Santiago de Chile le permitió complementar conocimientos que lo llevaron muy lejos. En este sentido, Terceros participó de numerosos eventos nacionales e internacionales relativos al fortalecimiento del cooperativismo.

Concretamente, Terceros llegó a ser miembro de instituciones como la Alianza Cooperativa Internacional, el Instituto Mundial de Cajas de Ahorro, la Federación Internacional de Cooperativas de América y la Federación Internacional de Cooperativas de Seguros. Al respecto, cabe destacar que este economista fue pionero también en los seguros de vida en Santa Cruz: en 1975, fundó la Cooperativa de Seguros Cruceña Limitada, de la cual presidió el Consejo de Administración durante algunas décadas.

Además, la convicción moral católica de Terceros impulsó en él una enorme rectitud, honestidad y responsabilidad, lo cual derivó en una enorme entrega y sacrificio por los demás. Hasta que dejó la cooperativa en 2002, no se consiguió ni casa propia ni vehículo.

Seguramente, si seguimos indagando en la historia de Hispanoamérica, encontraremos más ejemplos de grandes católicos que han aportado en varios ámbitos a la sociedad. Es crucial investigar cómo y en qué medida se aplicó en nuestros países los principios que nos dicta la Iglesia desde su magisterio y que también recomiendan diversos intelectuales católicos de buena formación.

Aarón Mariscal, Círculo Tradicionalista San Juan Bautista.

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