Como ya informamos en LA ESPERANZA, el pasado domingo 28 de enero regresó la Fiesta Brava a la Ciudad de Méjico y la afición taurina se hizo de gran gala al abarrotar la monumental plaza.
Después de 2 años de inactividad por circunstancias legalistas, la tauromaquia vuelve a la Ciudad de Méjico, con un cartel compuesto por Joselito Adame, Diego Silveti y Andrés Roca Rey.
Cabe destacar que la Banda de la Plaza Méjico antes de iniciar la corrida ha dado un excelente concierto de pasodobles, dentro del ruedo de la monumental, preparando el paseillo para hacer rugir a la plaza con un bello ¡Olé!
Ya entrando en materia, la primer corrida de la reapertura dejó mal parados a Joselito Adame y Diego Silveti al no cortar ni una oreja. El peruano Andrés Roca Rey, de quien se esperaba mucho, también dejó un mal sabor al escucharse tres avisos en el segundo toro de su lote, pues se le ha ido vivo.
Los toros de Taquecuapan a cargo de Fernando de la Mora resultaron descastados y las críticas se hicieron presentes durante la corrida.
Fuera del ruedo también se hicieron presentes unos cuantos «manifestantes» antitaurinos, de estos manifestantes que un día gritan: ¡libertad! por la vida de un animal y al otro apoyan los sacrificios humanos mediante el aborto. De estos manifestantes curiosos que carecen del uso de razón y siguen las modas revolucionarias del tiempo, situación que responde a que el hombre moderno es «preso de la angustia por conciliar el progreso colectivo con la decrepitud individual», descrita hace unos días por la bitácora del Matiner Carli[1].
Al final el problema con la tauromaquia reside en dos cosas, su aroma y su esencia. El aroma bravío de la tradición barroca y la esencia hispano-católica de su existir. La tauromaquia no puede existir sin estos dos elementos, el arte trágico de los valientes. Y es por ello que las manifestaciones en contra de la tauromaquia seguirán, pues en el fondo es más que una circunstancia legal la que genera el problema.
En fin, a pesar de los contratiempos, en Méjico recibimos con alegría el regreso de la Fiesta Brava, pues es todavía una pica en Flandes contra el Leviatán de la modernidad, una alegría momentánea ante la incertidumbre reciente de la suspensión provisional de las corridas del próximo fin de semana, anunciada en las redes sociales de la Plaza México.
Agencia FARO, Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta.
[1] https://elmatinercarli.com/el-arte-de-la-tauromaquia-tradicion-de-las-espanas/
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