MÉJICO, CIUDAD DE MÉJICO- El gobierno de Méjico cerró la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe con motivo de la contingencia sanitaria por COVID-19. La medida es respaldada por la jerarquía eclesiástica mejicana, quien exhortó a la feligresía a festejar desde su casa y de manera virtual. La exhortación se realizó en coordinación con los anuncios de los mandatarios locales para evitar las aglomeraciones que dicha festividad cada año congrega por millones. Esto no evitó que algunos fieles llegaran y desde las barreras hicieran acto público de la Fe.
La Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe es el santuario más importante de toda Hispanoamérica. El cierre de la Basílica se extendió de los días 10 al 13 de diciembre. Este hecho es histórico: nunca se ha negado el acceso, aún en tiempos de crisis como la persecución cristera de 1926-1929.
Las medidas, tomadas por la dirigente local, Claudia Sheinbaum, evidencian las prioridades del Gobierno. Shainbaum permite aglomeraciones en el centro histórico de la ciudad por las compras navideñas, da permiso a marchas como la feminista del pasado 25 de noviembre, pero impide el culto de la Religión. Recordamos los precedentes de su gestión como jefa de la delegación Tlalpan. Sheinbaun es conocida por su firme postura anticlerical. Fue responsable de la demolición irregular de la Capilla del Señor de los Trabajos.
Las cifras por contagios en la Ciudad de Méjico siguen aumentando. Pero nunca se dispuso tal medida en el pasado, con peores pestes y epidemias como la histórica de Matlazahuatl. La intercesión de la Guadalupana se hizo presente en estas contingencias, por lo que se realizó la proclamación pontificia del patronato de la Virgen de Guadalupe sobre el reino de la Nueva España en 1754.
FARO/Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta