ESPAÑA- La crisis económica causada por la pandemia provoca el cierre de más de 50.000 bares, que son negocios familiares en su mayoría. La hostelería está resultando severamente castigada por las medidas administrativas adoptadas en el marco de la crisis sanitaria, y por la falta de las ayudas prometidas por el Gobierno hace dos meses.
El 60% del sector de restauración son bares, cuyas quiebras han duplicado este año todas las de la última década. La crisis económica podría arruinar en 2020 unos 100.000, un tercio de todos los establecimientos de hostelería, teniendo como resultado la destrucción de un millón de empleos.
- 100.000 establecimientos de hostelería pueden llegar a quebrar este 2020
- 1 millón de empleos corren riesgo de destruirse
- Las pérdidas en hostelería ascienden al 50% de su facturación
- 400.000 empleados de hostelería ya se encuentran en ERTE
El secretario general de Hostelería de España, que representa a cerca de 300.000 empresas hosteleras y de restauración, explica que la crisis se ceba con los negocios pequeños y familiares, que son «los más vulnerables». La hostelería, que supone el 6,5% del PIB español, va a cerrar 2020 con pérdidas equivalentes al 50% de su facturación.
El sector sostenía su crecimiento de los últimos años hasta el inicio de la pandemia. Cerró 2019 con un aumento de ingresos, número de negocios y empleos, informa Hostelería de España. En la actualidad da trabajo a 1,7 millones de trabajadores de los cuales 400.000 ya están en ERTE, en modalidad de tiempo completo o parcial. José Luis Yzuel, presidente de la asociación hostelera, adelanta que habrá despidos: el sector no puede «mantener sus plantillas» facturando «la mitad».
«España no tiene una economía productiva, por eso resulta tan castigada por la crisis. La destrucción de los establecimientos familiares prepara un negocio de concentración de inmuebles y la expansión de factorías y multinacionales»
«El Estado no tiene capacidad para afrontar esta crisis», afirma el responsable carlista de Madrid, Diego Baño. «Acabamos de asistir a la aprobación de unos Presupuestos que sólo están sobre el papel. España no tiene una economía productiva, por eso cualquier viento frío enferma nuestro tejido laboral y económico. Y todavía no hemos visto todos los daños de esta tormenta», afirma desde el Círculo Antonio Molle Lazo. «Quizá el Gobierno tampoco quiera ayudar a las familias, aunque pudiera. La destrucción de los establecimientos familiares prepara un negocio de concentración de inmuebles y la expansión de factorías y otras multinacionales».
FARO/Círculo Antonio Molle Lazo de Madrid
