Crónica de la IIª sesión del Club de Lectura del círculo boliviano

Los correligionarios reflexionaron sobre el 2º capítulo del libro El problema de occidente y los cristianos

Al presentar esta crónica, recordamos a todos nuestros lectores de América del Sur que existe una edición argentina del libro «El problema de Occidente y los cristianos» a cargo de Ediciones Castellanas. Se puede adquirir enviando un mensaje al siguiente número de Whatsapp y Telegram: +54 3544 571830

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Reflexionar sobre los errores del protestantismo es importante para lograr una concepción adecuada del problema político moderno. El profesor Federico Wilhelmsen está dando de qué hablar y sus análisis orientan a quienes lo estudian oportunamente.

En esta ocasión, nuevamente gracias al profesor Alexander Becker, el lunes, 24 de mayo, en la Fiesta de San Juan Bautista, se llevó a cabo la IIª sesión del Club de Lectura organizado por el Círculo Tradicionalista homónimo en Bolivia. En forma telemática, los correligionarios reflexionaron sobre el 2º capítulo del libro El problema de occidente y los cristianos, que trata acerca de cómo el protestantismo, en su vertiente luterana y calvinista, abonó el terreno para el surgimiento de los errores políticos modernos a partir del siglo XVI.

Las conclusiones a las que llegaron los correligionarios giran en torno a la nefasta influencia de la teología protestante en el intelecto humano. Es así que podemos decir, con el prof. Wilhelmsen, que el pesimismo del protestantismo influyó notablemente en cómo las personas desconfían unas de otras, debido a que se niegan los méritos de la muerte en cruz de Nuestro Señor Jesucristo y de su eficacia para corregir las deficiencias humanas.

Esto condujo, en el siglo XX, al surgimiento del nazismo y al fortalecimiento de los totalitarismos: si el hombre es malo, entonces hay que tenerlo vigilado y castigado. La represión brutal como herramienta de control y sentencia fue una de las consecuencias del protestantismo, desarrolladas como efecto bola de nieve a lo largo de los siglos.

El calvinismo, por su parte, aprovechó el desarrollo incipiente de una industria en pañales para hacerse con los avances técnicos y utilizarlos a favor de su escatología. Si el hombre enriquecido se puede considerar salvado, entonces los pobres son, según la teología calvinista, condenados al fuego del infierno.

La consecuencia de esto fue el capitalismo liberal, tan enfrascado en acumular bienes materiales y reverenciar al dinero como un dios. Hoy podemos notar atisbos de mentalidad calvinista en los grandes millonarios de nuestra época.

Edición argentina del libro. Disponible en Ediciones Castellanas +54 3544 571830

Agencia FARO/Círculo Tradicionalista San Juan Bautista.

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