El viaje a ninguna parte de las pensiones

El billete del viaje a ninguna parte se acaba. Hemos querido diferir la miseria, y ahora la tenemos a la vuelta de la esquina, implacable.

EFE

Un reciente estudio[1] revela que el gasto público en pensiones en España, a junio de 2024, ascendió a casi 13.000 millones de euros, frente a los 8.500 millones correspondientes al mismo periodo de 2016. Esto representa un incremento del 52% en tan sólo ocho años.

También se desprende de las cifras oficiales que la pensión media de jubilación en España fue de 1.441,8 euros en junio de 2024 (no se incorpora el prorrateo de las pagas extra). Mientras, el salario más común entre los ciudadanos españoles es de 18.502 euros brutos anuales. Este análisis arroja que la media de las nuevas pensiones es un 14% mayor que ese salario-moda[2]. Cifra esta última, que lleva estancada desde 2018 en términos nominales, es decir, que ha perdido, en términos de poder adquisitivo, el equivalente a la inflación acumulada en el periodo comprendido entre 2018 y la actualidad, que no ha sido precisamente baja.

Hace mucho tiempo que, desde las cátedras de estructura económica, se dice que debe abordarse la problemática financiera de la jubilación de la generación llamada del «baby boom», que empezará a producirse masivamente a finales de la presente década.

A esto cabe responder con dos cuestiones. La primera es que, en España, y por ahora, no es mal negocio la jubilación. Y eso dejando aparte no pocos casos particulares, a buen seguro dramáticos, y sin desmerecer en absoluto el hecho de que esas pensiones se han financiado adecuadamente, en muchos casos, con toda una vida de trabajo. Lo que es importante resaltar es que las anteriores cifras demuestran la brecha existente entre dos generaciones: la de los que se encuentran jubilados o a punto de ello, y la de los que se encuentran en activo, y que representan dos Españas muy diferentes, aunque una sea consecuencia de la otra.

La segunda cuestión es que el retiro de la generación del «baby boom», sin duda, va a ser un golpe muy difícil de encajar para las arcas públicas, pero quizá no se hable tanto de ello como sería de esperar, porque existe una variable oculta: la pensión media de la próxima década se va a desplomar respecto de los niveles actuales. La razón es que el severo desempleo que azota a la economía española está devorando ya a los que se encuentran a una década escasa de su jubilación. Y es que un reciente estudio de Adecco[3] alerta sobre el imparable crecimiento de la tasa de paro entre los mayores de 55 años, que ya representan un 15% de los desempleados totales (descuéntese de aquí la monstruosa tasa de paro juvenil), y la mayoría de ellos acumula más de un año sin empleo. Huelga decir que la pensión de una gran parte de esta franja de población se va a desplomar por falta de cotización precisamente en la recta final de su vida laboral.

Dicho de otra manera: el empobrecimiento atroz que sufre la economía española se va a trasladar a los jubilados en apenas una década: y no necesariamente por los recortes legislativos, sino por la propia dinámica de la economía nacional. Hasta ahora, la mayor parte de los jubilados gozaba del paraguas de unas cotizaciones datadas, procedentes de tiempos donde el «chicle» financiero se podía estirar mucho más, unido a unas políticas de fidelización electoral que durante décadas se han centrado en incrementar el poder adquisitivo de los jubilados.

Ahora, el billete del viaje a ninguna parte se acaba. Hemos querido diferir la miseria, y ahora la tenemos a la vuelta de la esquina, implacable. La tasa de cotizantes por jubilado sigue cayendo en picado, y en no mucho tiempo (aunque más del que el frío cálculo económico aconsejaría) vamos a ver importantes recortes en el poder adquisitivo de todas las capas de la población. Los que están en edad de trabajar, por la falta de empleo y los salarios crónicamente raquíticos; y los jubilados, por el mordisco que sufrirán sus bases de cotización. En otras palabras, y aunque duela: en España se va a vivir conforme a lo que nos han llevado a ser, y no a lo que nos gustaría ser, o nos han hecho creer que somos.

Gonzalo J. Cabrera, Círculo Cultural Alberto Ruiz de Galarreta (Valencia).

[1] https://www.epdata.es/datos/pensiones-graficos-datos/20/espana/106

[2] https://www.eleconomista.es/economia/noticias/12422996/08/23/la-pension-de-los-nuevos-jubilados-es-un-14-mayor-al-salario-mas-frecuente-en-espana.html

[3] https://fundacionadecco.org/notas-de-prensa/el-62-de-los-mayores-de-55-anos-es-parado-de-larga-duracion-y-el-75-cree-que-ya-no-volvera-al-mercado/

Deje el primer comentario

Dejar una respuesta