Correos, otros 4.000 millones de despilfarro

No hay más que humo desde hace décadas

Correos

Desde el año 1990, Correos se encuentra inmerso en Planes Estratégicos para afrontar pérdidas y su futuro sin más resultado que el incremento de sus deudas.

La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) acaba de aprobar otro nuevo plan, el Plan Estratégico 2024-2028 para Correos por valor de 4.000 millones (1.500 millones para prejubilaciones) para, primero, borrar las pérdidas e intentar dar ganancias, puestas las miras en el 2028 «con un margen Ebitda de 6%, una situación consolidada de beneficios y una posición financiera saneada», afirman en la Sociedad Anónima.

Esto se concretaría en líneas generales, en varios puntos:

  • Bajar del 50% de los ingresos provenientes de los servicios postales tradicionales.
  • Aumento de los ingresos de la paquetería elevándose en 11 puntos porcentuales hasta alcanzar un 35%.
  • Potenciación de nuevas líneas de negocio hasta un 16% de la facturación total.
  • Incrementar la productividad, reducir el uso de recursos y mantener, ampliar y escalar la capacidad productiva de la empresa.
  • Se plantea la adquisición de nuevas naves destinadas a operativa y logística, la renovación de la flota de vehículos y la compra de equipamientos automatizados y de robótica.
  • Inversiones en digitalización, gobierno del dato e innovación tecnológica e implantación de un gemelo digital, entre otros.

Pero en su más de tres siglos de existencia como tal, Correos no es una fantasía que se recrea a cada Plan, si no un servicio público con una misión objetiva a la que está llamado a cumplir, y que el ciudadano conoce perfectamente. Así resultan extrañas y creativas las afirmaciones de su presidente, tales como: «…prestar otro tipo de servicios esenciales a la ciudadanía … ayuden a resolver situaciones de catástrofe o seguridad nacional».

Y cuando se ignora que un servicio púbico da pérdidas por su propia condición no mercantil, se cae en las mismas piedras una y otra vez. Se ha lanzado a los medios generalistas (que no viven más que en el presente) algunas medidas concretas:

  • La implementación de servicios financieros. Ya se le amputó la Caja Postal en el año 1991. Ocho años después, el Estado español sacó a concurso público en 1999, la explotación de los servicios financieros de la red postal, con el objetivo de encontrar para dicha actividad un socio bancario a la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, ganándolo el banco alemán Deutsche Bank, creándose entonces la entidad Correos @gente Deutsche Bank, participada a medias por la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos y Deutsche Bank y que años después pasará a llamarse Bancorreos, hasta su repentina ruptura el 16 de marzo de 2016.​ Actualmente tiene el servicio «Correos Cash», con el que se puede, previo pago, ingresar o retirar dinero en nuestra cuenta bancaria, a través del cartero; durante el 2022 sólo se registraron 134.189 operaciones y hay 1,3 millones de personas en España que no tiene acceso a un cajero. Otro fracaso.
  • Trámites administrativos. ¿Cuáles? El Real Decreto 203/2021, de 30 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento de actuación y funcionamiento del sector público por medios electrónicos, y que entró en vigor el 2 de abril de 2021, coincidiendo con la entrada en vigor de las previsiones relativas al registro electrónico de apoderamientos, registro electrónico, registro de empleados públicos habilitados, punto de acceso general electrónico de la Administración y archivo único electrónico. Y no coloca a Correos en el mapa de tales trámites.
  • Comercialización de seguros, o servicios logísticos más complejos y sofisticados como la distribución de productos de frío. Recordemos algún que otro fracaso de esta misma índole: «El Desván». Se ofrecían trasteros a los clientes, por periodos limitados de alquiler; fracaso rotundo. Alquilar sus oficinas: aquellos inmuebles que se quedaron vacíos, propiedad de Correos, se ofrecían como opción de alquiler para oficinas; no se llegó a alquilar ninguno.

No hay más que humo desde hace décadas, que la profesionalidad de sus empleados, ejemplaridad a prueba de directivos filibusteros y sus planes de pesadillas, saca adelante el trabajo diario con calidad y eficacia.

María Dolores Rodríguez Godino, Margaritas Hispánicas.

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