Crónica del Paseo del Pendón Real, año 2024

Se desfiló por la antigua Calzada de Tacuba, pasando el destacamento frente al Palacio de Minería y presentando armas frente a la estatua ecuestre de Don Carlos IV

 

El día sábado 10 de agosto, festividad de San Lorenzo, se llevó a cabo en la Ciudad de Méjico, por cuarto año consecutivo, el Paseo del Pendón Real, partiendo del Palacio del Ayuntamiento y finalizando en el Templo de San Hipólito y San Casiano.

Desfilaron al frente, como crucífero, don Alexander Bécker; como alfé­rez, portando el Pendón Real, don Manuel Soní; y portando el Pendón de Nuestra Señora, Rodrigo Fernández. Detrás del crucifijo y los pendones, mar­charon los íconos de los santos patronos y, detrás de ellos, la Bandera Real de Fernando VII, así como los escudos de los círculos que este año enviaron representación: Ciudad de Méjico, Nueva Galicia, Cholula y Manila. Se llevaba, asimismo, una reliquia de Fray Leopoldo de Alpandeire. Don César Ramírez entonó en la gaita marcial gallega el Oriamendi, el Tú reinarás y la Marcha Real Granadera.

En esta ocasión hubo un cambio en el trayecto respecto de años anteriores, pues se desfiló por la antigua Calzada de Tacuba, pasando el destacamento frente al Palacio de Minería y presentando armas frente a la estatua ecuestre de Don Carlos IV. Dicha estatua, esculpida por don Manuel Tolsá, fue inaugurada en 1803, para luego sobrevivir providencialmente, en cada conflicto bélico de los siglos XIX y XX, la tentación revolucionaria de fundirla para hacer cañones, constituyendo un singular testigo novohispano tanto del esplendor monárquico como de la decadencia republicana.

Al arribar al Templo de San Hipólito y San Casiano la comitiva fue recibida por la Rectoría —confiada a los padres claretianos— y, micrófono en mano, se rezó el Santo Rosario con la feligresía habitual del Templo, precediendo las décadas, a manera de intenciones, los cinco puntos fundamentales establecidos en el Real Decreto de Don Alfonso Carlos del 23 de enero de 1936, a saber:

  1. Intención del Primer Misterio. Por la restauración de la Religión Católica, Apostólica y Romana con la unidad y consecuencias jurídicas con que fue servida y amada tradicionalmente en nuestros reinos.
  2. Intención del Segundo Misterio. Por la restauración de la constitución natural y orgánica de los estados y cuerpos de la sociedad tradicional.
  3. Intención del Tercer Misterio. Por la restauración de la federación histórica de las distintas regiones y sus fueros y libertades integrantes de la unidad patria española.
  4. Intención del Cuarto Misterio. Por la restauración de la auténtica monarquía tradicional, legítima de origen y de ejercicio.
  5. Intención del Quinto Misterio. Por la restauración de los principios y espíritu y, en cuanto sea prácticamente posible, el mismo estado de derecho y legislativo anterior al mal llamado «Derecho Nuevo».

Se añadió como petición a la quinta década la asistencia de Nuestra Señora a los padres claretianos, que con tanta generosidad recibieron a los peregrinos del Pendón.

Al finalizar el Santo Rosario, un sacerdote dio la bendición a los peregrinos, quienes partieron a casa del alférez, don Manuel Soní, a compartir refrigerio y bebidas, culminando la velada con el espíritu festivo de la ocasión.

Agencia FARO, Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta de Méjico.

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