La incursión de Ucrania en Kursk, un canto de cisne

Un bonito canto de cisne a una situación de agotamiento occidental, que parece tener un doble objetivo: dar muestras de vitalidad y fortaleza

Reuters

La incursión ucraniana en Kursk, el 6 de agosto, ha sorprendido al mundo, que lo interpreta acorde a quien sirve.

La maniobra militar ha recibido multitudes interpretaciones, pero siguiendo las declaraciones del presidente ucraniano Zelenski, que más frecuentemente habla de negociaciones con Rusia, hacen pensar en una sola interpretación.

La propaganda occidental, es decir, la de EE.UU., muestran una posición de fuerza y vitalidad del ejército ucraniano, capaz de entrar en territorio ruso sin apenas confrontación, escogiendo un lugar muy poco poblado y con una defensa testimonial. Un bonito canto de cisne a una situación de agotamiento occidental, que parece tener un doble objetivo: dar muestras de vitalidad y fortaleza, e intentar desviar las energías rusas del fuerte del frente: el Donbás, donde se encuentran las mayores fortificaciones ucranianas desde el 2014. Por otro lado, parece que el presidente ucraniano desea algo con lo que negociar en esa paz que irremediablemente tendrá que pactar: tierra por tierra.

No es más que otro intento desesperado de Zelenski, donde esperaba que su población se hubiera olvidado de la contraofensiva del 2023, que se estrelló contra la línea de defensa rusa del Dniéper, que pasará a la Historia como la «Picadora de carne», donde los soldados ucranianos morían con apenas dos meses de formación militar.

Así que los medios generalistas venden un avance entre aldeas como un cambio en la guerra, que no lo es tal, mientras el ejército ruso avanza a diario hacia el «corazón» de las fuerzas ucranianas; olvidándose de que quien comanda las fuerzas ucranianas en territorio ruso es un declarado neonazi, que financia occidente (y ahí está España incluida) y que, más temprano que tarde, se revolverá ante quien le alimenta con tanta pasión.

Roberto Gómez Bastida, Círculo Tradicionalista de Baeza

Deje el primer comentario

Dejar una respuesta