Desde el pasado miércoles, en la ciudad de San Francisco de Quito (Ecuador), se reportaron varios incendios forestales, generando alerta y pánico a la ciudadanía.
Estos incendios comenzaron la mañana del miércoles en las parroquias Pifo, Itulcachi y Nayón, ubicadas en el oriente de Quito. También por la tarde del mismo día, en la Parroquia Chilibulo y sector de la Merced hubo incendios.
Hasta el cierre de esta emisión, los incendios siguen activos en algunas parroquias mencionadas y, según los bomberos, ha consumido enormes hectáreas vegetales y sembríos. Habitantes de esos lugares periféricos de Quito tuvieron que ser evacuados.
No se reportan víctimas mortales, pero sí afectaciones en sectores avícolas y ganaderos, que de parte de la quema de las vegetaciones que consumen, han muerto por la intoxicación del humo.
En ese mismo día por la tarde, Quito fue cubierto por nubes de humos de los mismos incendios, donde se evidenció la caída de cenizas. Esto preocupó a la ciudadanía y se teme que el fuego se expanda y no se controle a tiempo, provocando que el dióxido de carbono afecte a la salud.
Las autoridades civiles de la ciudad han tomado ciertas medidas para ayudar a los afectados y evitar que esta catástrofe empeore. Las actividades de estado de vida siguen con normalidad, pese a que las mismas autoridades han impartido medidas preventivas a la ciudadanía para tener cuidado con los incendios. Según el alcalde de la ciudad, Pabel Muñoz, no se descarta que probablemente estos incendios fueran provocados simultáneamente. Incluso el distrito de educación recomendó que las clases de las instituciones educativas de niños y jóvenes sean de forma virtual.
También, en las últimas semanas de agosto, hubo incendios forestales en algunas ciudades del Ecuador: la ciudad más afectada por este fenómeno catastrófico fue Quilanga, de la provincia de Loja, que, durante 12 días, fue controlado. Sin embargo, ha generado pérdidas debido al consumo de 7.600 hectáreas de vegetación nativa, 128.5 hectáreas de sembríos de café, huertos de legumbres y sembríos de café. Hubo animales muertos, casas afectadas y habitantes heridos y damnificados.
J. Arias, Ecuador
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