Se lleva a cabo la XVI Cumbre de los BRICS+

La cumbre tiene como objeto tratar distintos puntos de la agenda geopolítica y geoeconómica de los países miembros

Imagen: Kremlin

El martes 22 de octubre de 2024 comenzó, en la ciudad de Kazán, antigua capital del kanato tártaro, hoy incorporada a la Federación Rusa, la XVI Cumbre de los BRICS+ (antes BRICS), que ya no cuentan entre sus miembros sólo a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, sino ahora también a Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos.

Entre los países miembros representan el 45% de la población mundial y casi el 50% de la producción mundial de petróleo, y el club ha recibido ya la petición de ingreso de otros países adicionales, entre los cuales se encuentra Turquía, caso sumamente llamativo porque, en caso de ser aprobado su ingreso, sería el primer país miembro de la OTAN en pertenecer también a los BRICS+.

La cumbre tiene como objeto tratar distintos puntos de la agenda geopolítica y geoeconómica de los países miembros, pero principalmente sentar las bases para afrontar los riesgos derivados de lo que los analistas llaman la «militarización del dólar», consistente en la utilización por parte de los Estados Unidos de Norteamérica de su divisa para castigar, política y económicamente, a quienes no se subordinan a sus intereses geopolíticos.

En las conversaciones de la cumbre se ha puesto de manifiesto que tal esfuerzo reposa sobre dos pilares fundamentales: la generación de un sistema internacional de pagos alternativo al SPEI y la propia «desdolarización» de las reservas nacionales. El primer paso, según los analistas, no es difícil de realizar, pero advierten que el segundo puede tomar décadas y no conviene a los países miembros del BRICS+ acelerar excesivamente el proceso, porque puede tener como efecto un colapso económico de proporciones mundiales. Los propios miembros del BRICS+ proyectan una transición lenta y gradual.

En todo caso, los pocos comentaristas de la cumbre —porque la mayoría de los medios está guardando silencio respecto al evento— coinciden en llamarla «el nuevo Bretton Woods», por los alcances geoeconómicos que proyectan tendrá en los años venideros. El tiempo determinará si es una comparación exagerada.

El célebre filósofo, antropólogo y analista geopolítico Alexander Dugin, a su vez, ha señalado que, más allá de los acuerdos y el orden económico que se proyecten en la cumbre, ésta tiene un significado más profundo que hay que saber vislumbrar en lontananza. Si los BRICS+ pretenden sentar las bases del mundo multipolar, deben hacerlo sobre bases económicas congruentes con la cosmovisión tradicional de sus miembros, advirtiendo que esa cosmovisión no es compatible con la usura, que permea tan profundamente todas las relaciones económicas —y humanas en general— del orden occidental. Un orden económico no usurario que, de pergeñarse adecuadamente, sería un verdadero parteaguas histórico.

Por nuestra parte, sólo nos queda desear que la ciudad de Kazán no sea conocida por las generaciones venideras como mero epicentro de conspiraciones geoeconómicas, sino que conserve su fama como sede de Nuestra Señora de Kazán, con cuyo milagroso ícono el Zar solía bendecir a las tropas antes de marchar a la guerra. Nuestra Señora proteja a los restos de la verdadera Rusia de caer en nuevas idolatrías y errores modernos.

Agencia FARO

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