Crónica de la sesión del curso «Maestros catalanes del tradicionalismo»: Vicenç Pou, expuesto por mossèn Joan Maria Sellas

Fue el jueves 21 de noviembre de 2024, a las siete de la tarde, en el Centro Cívico Pere Quart, del barrio barcelonés de Les Corts

Tras la inauguración del curso «Maestros catalanes del tradicionalismo», el pasado mes de octubre de 2024 en la Casa de la Seda de Barcelona, por parte del profesor Dr. Miguel Ayuso Torres, Catedrático de Derecho y Presidente del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, ha tenido lugar la primera sesión de dicho curso, organizado por el Círculo Tradicionalista Ramón Parés y Vilasau (Barcelona), de la Comunión Tradicionalista, el pasado jueves 21 de noviembre de 2024, en el Centro Cívico Pere Quart (Les Corts, Barcelona).

En esta primera sesión, mossèn Joan Maria Sellas, uno de los sacerdotes del Círculo catalán, ha expuesto, según lo anunciado en su día, al Dr. Vicente Pou y Marca (1792-1848), también sacerdote y de los primeros maestros del carlismo, es decir, del tradicionalismo hispánico. El Dr. Pou publicó en 1843 —tan sólo diez años después de la usurpación liberal del trono— su obra fundamental: La España en la presente crisis: examen razonado de la causa y de los hombres que pueden salvar aquella nación.

En ella, el autor continúa su obra anterior, Carlos V de Borbón. Rey legítimo de las Españas. Breve y sencilla demostración que ofrece á sus paisanos un catalán amante de su patria y de su rey, publicada en la carlista ciudad de Berga en el año 1837.

La sesión ha comenzado con unas palabras de nuestro correligionario Gabriel Sanz Señor, quien ha dado la bienvenida al ponente y a los asistentes, en nombre del Círculo Tradicionalista Ramón Parés y Vilasau (de Barcelona), y ha realizado una excelente presentación de la sesión de hoy. Tras estas palabras, mossèn Sellas ha agradecido la presentación de nuestro correligionario y también la invitación al Jefe del Círculo, José Luis Escobedo, tras lo cual ha entrado en materia introduciendo la época histórica del autor estudiado y su obra.

Entre otras ideas, mossèn Sellas ha remarcado que Vicente Pou observó en aquel momento (año 1843) tres grupos políticos: una mayoría popular carlista, que buscaba el regreso del gobierno paternal del Rey y del saludable influjo de sus antiguas y sabias instituciones. Y dos minorías: la progresista o liberal, cuya acción perversa era congruente con su aspiración destructora del orden cristiano para lograr el advenimiento de la Revolución; y otra minoría, la moderada, defensora de la usurpadora Isabel (mal llamada IIª) y de, en su momento, la (mal llamada) regente María Cristina. 

Estos últimos, los Moderados, fueron definidos por Vicente Pou, en la primera página de su libro Examen razonado…, como «ciegamente obstinados en hacer de la Revolución un estado permanente de orden y en contener los efectos, dejando en pie las causas…» En otras palabras, no se trataría de un partido de orden y ley (como se autopercibía), sino de afianzamiento de la Revolución.

Décadas después, en este mismo sentido, Vázquez de Mella popularizaría su conocida frase de «poner tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias»: idea que ya se encuentra en la primera página de la obra de Vicente Pou, en 1843.

Es la misma tesis de Francisco Canals Vidal: quienes han destrozado  España han sido los partidos moderados (centristas, demócrata-cristianos, etc.) los cuales afianzan la Revolución, y no tanto la acción individual de los progresistas (liberales, socialistas, revolucionarios, podemitas, etc.).

Y de Jaime Balmes: El Partido Conservador conserva la Revolución.

En otro orden de cosas, Vicente Pou observó que este Partido Moderado se mantenía en el poder gracias únicamente a la prensa bastarda y al capital extranjero. Y, gracias a ellos, logró imponerse a la mayoría popular, que era carlista y rechazaba tales novedades liberales extranjeras.

La prensa bastarda: «El charlatanismo de la prensa, para desacreditar a aquel virtuoso príncipe [Carlos V] y a sus leales consejeros y servidores, tratándoles de ignorantes, ilusos, incapaces, por sus principios exagerados, ideas obscuras, y pasiones rencorosas que sólo se alimentan de sangre y exterminio».

«Quítese de la prensa al partido moderado y éste dejará de dar señales de vida».

Vicente Pou vinculó a la prensa con el capital extranjero. Éste último explotó [y continúa explotando] a la España tradicional, que no tiene ventajas ni recursos materiales: «La facción cristina-liberal desaparecía si no tuviera apoyo del capital extranjero».

Este influjo del capital extranjero en la corrupción de España recuerda a los tres escalones para pervertir, que enseña San Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales: 1. La codicia de riquezas; 2. El vano honor; 3. La crecida soberbia. Y de ahí, el resto de pecados.

En efecto, España se empezó a pervertir, en esta época, debido a la codicia de riquezas:

«Según las ideas de este siglo que llaman positivo, el dinero se presenta como el medio único de salir de la obscuridad y llegar a mejor fortuna; y así no es extraño el ver que la multitud trabaje exclusivamente para forzar esta puerta, abandonando los caminos morosos de la virtud y del verdadero talento que mira con de todo punto obstruidos y pa ella. Con tan funesta política bien podrá verse en la masa del pueblo mayor movimiento, más industria, y aún más riqueza material; pero avanzará rápidamente aquél en la corrupción de costumbre, y con ella la miseria y un sin número de males vendrán a afligir la humanidad al lado mismo del fausto y de una opulencia que nunca basta para las nuevas necesidades».

Los hombres del mal llamado justo medio, es decir, los del Partido Moderado, pertenecieron a la antigua escuela de los Aranda, Campomanes… que hirieron de muerte a España:

«A los discípulos de esta escuela se debe ese prurito de novedad, ese desdén por todo lo nacional, y ese espíritu de licencia, que cundiendo poco a poco por las clases ilustradas ha preparado y hecho las sangrientas revoluciones en que ellos mismos se han hallado envueltos».

* Prurito de novedad = Ideas.

* Espíritu de licencia = Costumbres

* Desdén por todo lo nacional = Instituciones.

En efecto, la Revolución liberal del XIX no fue popular —el pueblo no se levantó contra el Antiguo Régimen—, sino que las ideas nuevas penetraron en las clases ilustradas y corrompieron sus costumbres. Era necesario destruir las instituciones (como la monarquía católica), pues son resguardo, baluarte, contra aquella corrupción.

Así, el derribo de aquellas instituciones de la sociedad tradicional, permitió el cambio de costumbres del pueblo; y como consecuencia, lentamente, la licencia de costumbres hizo que las ideas del pueblo se transformaran.

Salvador de Minguijón lo expresó con estas palabras: «La estabilidad de las existencias [de las ideas] crea el arraigo que engendra dulces sentimientos y sanas costumbres, que cristalizan en saludables instituciones».

De este modo, la Revolución eliminó las instituciones de la tradición católica (Monarquía, Familia, Gremios, Cajas de Ahorro…) y como consecuencia decayeron las costumbres, resultando finalmente la transformación de las ideas del pueblo y la corrupción del corazón y alma del pueblo español.

Otras muchas ideas se comentaron en las casi dos horas que duró la sesión y su turno de preguntas, dirigido por nuestro correligionario Gabriel Sanz Señor.

La sesión concluyó con el anuncio de convocatoria de la próxima sesión: será, Dios mediante, el jueves 19 de diciembre de 2024, y en ella el historiador Gerhard Eger expondrá a Melchor Ferrer Dalmau (1888-1965), autor de la monumental obra Historia del Tradicionalismo Español, en 30 tomos, publicados en Sevilla entre 1941 y 1979.

Otros maestros que también se expondrán durante el curso, por parte de varios miembros del Círculo catalán, serán, si Dios quiere: Félix Sardà y Salvany (1841-1916), Josep Torras y Bages (1846-1916), Juan Vallet de Goytisolo (1917-2011), Francisco Elías de Tejada (1917-1978) y Francisco Canals Vidal (1922-2009).

La entrada es gratuita. Cualquier cuestión, pueden enviar un correo electrónico a: carlismobarcelona@gmail.com

Entre los asistentes a la sesión de hoy, agradecemos la asistencia de don Valentim Rodrigues, presidente de Causa Tradicionalista, la asociación legitimista portuguesa y hermana de los carlistas hispanos, venido desde Lisboa; Helena Escolano, secretario del Círculo barcelonés y directora de su Club de Lectura; Eulàlia Casas, abogado penalista durante décadas y hoy profesora de secundaria; Francesc Sánchez i Parés, autor del Diari Inèdit d’Agustí Prió; José Luis Escobedo, Jefe del Círculo barcelonés Ramón Parés; dos (2) sacerdotes diocesanos amigos de la Tradición; entre otros correligionarios.

Concluida la sesión, algunos correligionarios compartimos unas tapas y unas bebidas, en hermandad.

Agencia FARO / Círculo Tradicionalista Ramón Parés y Vilasau (Barcelona)

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