El año 2024 en Cuba: continúa la crisis generalizada

La emigración masiva ha desintegrado familias y comunidades, dejando a los más vulnerables sin apoyo

Cuba atravesó en 2024 una de las crisis más profundas desde la caída del bloque soviético, afectando todos los aspectos de la vida nacional: economía, política y sociedad. La situación actual refleja las consecuencias de décadas de políticas del Partido Comunista de Cuba (PCC), la corrupción endémica y el creciente desencanto de la población.

Situación económica

La economía cubana sufre una contracción significativa. El Producto Interno Bruto (PIB) se redujo un 1,9% en 2023, y las proyecciones para 2024 anticipan una caída aún mayor debido a desastres naturales recientes, como los huracanes Oscar y Rafael, y un terremoto de magnitud 6,8 que afectó a la infraestructura y la red eléctrica del país . Estos desastres destruyeron al menos 34.000 viviendas y provocaron apagones diarios generalizados, exacerbando la ya precaria situación económica.

La escasez de alimentos, combustible, agua y medicinas es generalizada. La inflación ha disparado los precios de los bienes básicos, haciendo que muchos cubanos no puedan permitirse productos esenciales. Aunque se han desarrollado medidas como la creación de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) para dinamizar la economía, estas están lastradas por todo tipo de restricciones gubernamentales y no han logrado aliviar la crisis.

Situación Política y del PCC

El Partido Comunista de Cuba, único en el país, atraviesa una creciente desconfianza y descontento popular. La destitución de altos funcionarios, como el ministro de Economía Alejandro Gil Fernández en febrero de 2024 por presunta corrupción, refleja tensiones internas, a lo que se añade que la lucha contra la corrupción es más simbólica que efectiva, según los críticos. En octubre de 2024, el viceprimer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella también fue cesado por «errores en el desempeño de sus funciones», sin detalles específicos .

Estas destituciones han generado incertidumbre sobre la estabilidad y transparencia del gobierno. La falta de información clara y la percepción de impunidad han alimentado el escepticismo de la población hacia el PCC y sus líderes.

Situación del Pueblo

La vida cotidiana de los cubanos se ha deteriorado notablemente. Los apagones prolongados, que en ocasiones duran hasta 20 horas al día, han afectado la conservación de alimentos, el funcionamiento de hospitales y la seguridad pública. La pobreza ha aumentado drásticamente, con casi el 90% de la población viviendo con menos de dos dólares al día.

La escasez de bienes básicos y de servicios esenciales ha llevado a un éxodo masivo. Desde 2022, más de 850.000 personas han abandonado la isla, representando cerca del 18% de la población. Este fenómeno ha dejado comunidades enteras desprovistas de jóvenes y profesionales, agravando la crisis social y económica.

Corrupción y Descreimiento

La corrupción es un problema persistente en Cuba. A pesar de las campañas gubernamentales contra prácticas corruptas, la percepción de impunidad y la falta de transparencia han erosionado la confianza en las instituciones. La destitución de altos funcionarios por corrupción no ha sido suficiente para restaurar la fe en el sistema político.

El descreimiento hacia el PCC y el gobierno es palpable. Muchos cubanos atribuyen sus dificultades más a la gestión interna que al embargo estadounidense. La falta de libertades políticas, la represión de la disidencia y la ausencia de alternativas políticas han generado apatía y desilusión en la población.

Consecuencias Sociales y Morales

El monopolio del poder por parte del PCC ha tenido profundas consecuencias sociales y morales. La falta de pluralismo político y la represión de voces disidentes han limitado el desarrollo de una sociedad civil vibrante. La censura y el control de los medios han restringido el acceso a información objetiva, fomentando una cultura de conformismo y miedo.

La crisis económica ha debilitado el tejido social. La lucha diaria por la supervivencia ha erosionado valores comunitarios y solidarios. La emigración masiva ha desintegrado familias y comunidades, dejando a los más vulnerables sin apoyo. La desesperanza y la falta de perspectivas han incrementado problemas como la delincuencia y el consumo de drogas.

Conclusión

Cuba se encuentra al finalizar 2024 en una encrucijada crítica. La combinación de una economía en declive, un sistema político rígido y una sociedad desmoralizada exige reformas profundas y un diálogo inclusivo. La comunidad internacional y la diáspora cubana tienen un papel crucial en apoyar una transición pacífica hacia un futuro más próspero y democrático para la isla.

Agencia FAROG. Miranda

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