El Círculo Alberto Ruiz de Galarreta recibe un retrato de su titular

Rendimos un sencillo acto de piadoso recuerdo al que fue siempre ejemplar en su vida de piedad, tanto religiosa como patriótica

Cuadro de Alberto Ruiz de Galarreta. Foto: FARO

Recientemente, el Círculo Cultural Alberto Ruiz de Galarreta ha tenido el honor de recibir como donación un impresionante retrato, de grandes dimensiones y calidad, del insigne titular de nuestro Círculo. Encargado ad hoc por sus familiares más próximos para obsequiarnos con él, su autora no es otra que la muy polifacética artista valenciana —música, folklorista y pintora— doña Encarnación Romero Rubio, esposa de nuestro querido Jefe Regional.

Para el acto de su recepción, una representación de la Junta directiva del Círculo se reunió con doña Elvira, don Alberto y don Rafael Catalá Ruiz de Galarreta, quienes nos acogieron con una cortesía, simpatía y hospitalidad insuperables e inmerecidas, realmente propias de otros tiempos, en los que España parecía España y no una sucursal turística de la Unión Europea. A tal punto fue generosa su acogida, que propició que uno de los correligionarios —para referirse al ambiente que envolvía el encuentro— evocase aquel juicio del propio Alberto Ruiz de Galarreta sobre la casa madrileña de Rafael Gambra: como su propietario, también aquélla tenía «rasgos del Antiguo Régimen, por ejemplo, un salón de recibir, muy cuidado».

Foto: FARO

La ocasión de la recepción del cuadro supuso, pues, una doble satisfacción: por un lado, estrechamos lazos de afecto más que cordial con los sobrinos de nuestro maestro; por otro, fue un evento memorable que sirvió para recordar incesantes anécdotas, vivencias y experiencias del que fuera, en palabras de don Miguel Ayuso, el último carlista histórico. Así, en derredor de unas exquisitas viandas, los correligionarios más jóvenes pudieron aprender con admiración algunas de las muchas lecciones de lealtad, entrega y magnanimidad que encarnó don Alberto en su vida y en su obra, que es toda ella un monumento al apostolado político, al servicio del Reino de Cristo a través de la defensa de la unidad católica y del Carlismo como continuidad venerable de la vieja España.

De este modo, rendimos un sencillo acto de piadoso recuerdo al que fue siempre ejemplar en su vida de piedad, tanto religiosa como patriótica, y pudimos comprobar una vez más la plena sintonía que existe entre los herederos sanguíneos de don Alberto y sus modestísimos continuadores políticos: pues, en efecto, a pesar de ser enanos a hombros de este impar gigante, el obsequio con que quisieron honrarnos no es sino el sello tangible de que aquéllos ven en el Círculo valenciano que lleva su nombre la prolongación auténtica de sus afanes y quehaceres, manteniendo viva no sólo su memoria, sino su inspiración política práctica.

La tarde corrió inopinadamente hacia su consumación y hubimos de ponerle fin al encuentro, pero no sin antes brindar repetidas veces por el Carlismo, por nuestro Círculo y, por supuesto, «por el tío Alberto». Quien, por cierto, genio y figura, rechazaba como moda extranjerizante el relamido y cursi «chinchín»; siguiéndole también en esto, pues, alzamos castiza y sobriamente nuestras copas por Dios, la Patria y el Rey.

En cuanto al retrato, además de sus manifiestas cualidades artísticas, son de destacar dos cosas: la primera, que está inspirado en una fotografía que se le tomó en el curso de unos actos políticos celebrados precisamente en Valencia el año 2017 bajo la presidencia de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón; la segunda, que al pie del cuadro puede apreciarse la siguiente leyenda: «Excmo. Sr. Don Alberto Ruiz de Galarreta y Mocoroa. 1922-2019.  Gran Cruz de la Orden de la Legitimidad Proscrita». Nombramiento éste, por cierto, del que nos fue entregada también una copia de su título acreditativo, expedido y rubricado por el Abanderado de la Tradición.

No podemos, pues, sino expresar públicamente nuestra gratitud más honda hacia los hermanos Catalá Ruiz de Galarreta, hacia la distinguida retratista doña Encarnación Romero y hacia nuestro Jefe Regional. Aunque estos últimos, contra su deseo, no pudieron acudir físicamente al encuentro dadas las difíciles circunstancias materiales que aún atraviesan, les tuvimos todos muy presentes en el recuerdo y en el afecto.

De ahora en adelante, en fin, la efigie de Alberto Ruiz de Galarreta presidirá nuestras reuniones de un modo visible, manifestando así que su patronazgo sobre nuestro Círculo no es sólo nominal, sino real y cotidiano. Vale.

Cuadro de Alberto Ruiz de Galarreta. Foto: FARO

 Juan Oltra y Juan Monzó, Círculo Cultural Alberto Ruiz de Galarreta (Valencia)

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