
Invaden las librerías, las televisiones y las plataformas digitales, historias de origen anglosajón y cuentos de hadas mundialmente reconocidos. Nos conquistan personajes creados para nuestra juventud e infantes, ajenos a nuestra cultura. Incluso podemos observar atónitos cómo en los mismos colegios (esos gulags del régimen del 78) señorean los productos de Disney, Pixar, Dreamworks, Marvel, etc.; se hacen fiestas de «Halloween», Papá Noel, Christmas, Black Friday, San Valentín, o algo más reciente como es la Oktoberfest.
Como si nuestra tierra fuera un erial necesitado de cultivo cultural, de semillas de colonos que hicieran florecer nuestra desértica sociedad para dar frutos del paraíso. Pero, al contrario de lo aparente, somos un vergel de cuentos y leyendas para niños y jóvenes. Cosa distinta es sufrir el Síndrome de Estocolmo y unirnos como berzotas a las baratijas «gringas», olvidando los relatos populares españoles. Estas narraciones, sin el pobre aval del dólar, pero sí con el respaldo de la tradición transmitida de generación en generación, encierran una riqueza cultural invaluable que merece ser reivindicada. En este artículo, citaremos algunos de los cuentos más emblemáticos de la tradición española y su importancia pedagógica en la educación de niños y jóvenes.
Los cuentos populares son una forma de arte oral que ha acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. En las Españas, cada región ha desarrollado sus propias versiones de relatos con profundas enseñanzas morales, reflejando la idiosincrasia de sus pueblos y la sabiduría acumulada a lo largo de los siglos. Razón por la cual poseen un valor pedagógico y cultural único. Son reflejo de nuestras costumbres, nuestra forma de ver el mundo y contenedores de verdades inmutables. Ahora sólo haremos referencia a algunos netamente peninsulares —por el momento— para darlos a conocer o, si fuera el caso, refrescar en la memoria.
El Gallo Kirico: el peligro de la vanidad.
El gallo Kirico, engreído y vanidoso, se dirige a una boda vestido con sus mejores galas. En su trayecto, se ensucia accidentalmente y, en su intento por limpiarse, trata con distintos animales y personajes, exigiendo ayuda en lugar de pedirla con cortesía. Su actitud arrogante le impide recibir la asistencia que necesita, llevándolo al fracaso.
Este cuento enseña la importancia de la humildad y el respeto hacia los demás. Nos recuerda que la soberbia y el desprecio hacia los otros pueden volverse en nuestra contra.
Los Tres Hermanos: la Inteligencia sobre la fuerza.
Tres hermanos reciben el reto de superar una prueba para obtener una herencia. Mientras que dos de ellos confían en su fuerza bruta y astucia superficial, el tercero, más ingenioso, emplea la inteligencia y la perseverancia para superar los desafíos, logrando finalmente el premio. El objetivo es resaltar la importancia de la inteligencia, la astucia bien empleada y el esfuerzo personal como factores clave para alcanzar el éxito.
La Hormiguita y el Ratón Pérez: la recompensa del trabajo.
Una hormiguita trabajadora y previsora se cruza con el Ratón Pérez, personaje conocido por intercambiar los dientes de leche de los niños por regalos. La historia combina la tradición oral con la fantasía infantil. Este cuento, probablemente más necesario hoy que nunca, fomenta el sentido de la responsabilidad y la constancia.
Roberto Gómez Bastida, Círculo Tradicionalista de Baeza
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