
Las lluvias copiosas de estos meses de marzo y abril han llenado embalses y desbordado los ríos en la mayoría del territorio peninsular. Estas benditas precipitaciones ponen fin a un ciclo de dos años de déficit hídrico en lugares de extrema urgencia, como el levante, sur y parte del interior peninsular.
No obstante, vuelven a aflorar ciertos intereses desarrollados en las últimas 4 décadas, que han resultado en el abandono de unas infraestructuras y el desarrollo de otras. Es el caso del trasvase Tajo-Segura, único en funcionamiento y generosamente mantenido. También es el caso de los pantanos, que en el caso de la cuenca del Segura, ya en 2023 presentaban fugas y problemas que limitaban su almacenamiento. Tanto es así, que es la única cuenca hidrográfica, que a pesar de haber atravesado en su territorio el segundo marzo más lluvioso desde que hay registros, no ha subido del 30% de la capacidad media de sus embalses en total.
Pero no es solo un problema de recursos y mantenimiento. Esta situación de escasez en la región es buscada, el sindicato de regantes beneficiarios del trasvase SCRATS debe su existencia al funcionamiento de este acueducto, no siendo poca la influencia en la política regional, como se pudo observar, en el duelo de instituciones tras el desastre ecológico del Mar Menor. Tampoco es poca la capacidad de presión para que se sucedan los grandes sangrados a la cabecera del Tajo, que en ocasiones pretéritas, en las que el nivel de los pantanos cedentes no superaban ni el 25% de su capacidad se hicieron grandes trasvases a la cuenca del Segura. Incluso cuando no es necesario, como ha ocurrido recientemente, dadas las lluvias generalizadas, han solicitado otro nuevo trasvase de 80 hm³. Esto ha hecho que Emiliano García Page, presidente de la comunidad autónoma castellana afectada, por su condición de cedente, haya apremiado al poder central para un pronto cambio de reglas de explotación del canal del trasvase.
Esta nueva y vieja disputa ha empañado la alegría en la Alcarria, al volver a ver los pantanos de Entrepeñas y Buendía por primera vez en treinta años conectarse a través del canal de igualación en Sacedón. Se ha podido recuperar en buena parte la actividad lúdica, de producción hidroeléctrica y la agroganadera en torno a estas saciadas reservas entre Cuenca y Guadalajara, algo vital en una de las comarcas dentro de la conocida extensión llamada ‘España vaciada’.
Pedro Albendea, Círculo Cultural Antonio Molle Lazo
Deje el primer comentario