
Bastante agua ha corrido desde que escribí por última vez para LA ESPERANZA, pero hoy quiero referirme a solamente tres cuestiones de la más reciente actualidad, por lo que espero satisfacer así a los amigos de la coyuntura. Este artículo trata, pues, de demócratas, sionistas y antifalcondistas[1].
Las democracias europeas
Como en muchos países el domingo dejó de ser el día del Señor para convertirse en el día de la demoniocracia, este 18 de mayo, cuarta domínica después de Pascua, se llevaron a cabo elecciones parlamentarias en Portugal y presidenciales en Polonia y Rumania.
En Portugal la Alianza Democrática, cuyos resultados generaron entusiasmo en ambientes conservadores, obtuvo la mayor cantidad de escaños en la Asamblea Nacional. Le siguieron el Partido Socialista y CHEGA!, partido éste contra el que en su momento nos advirtieron nuestros amigos de la Causa Tradicionalista.
En los comicios presidenciales de Polonia alcanzaron la segunda vuelta Rafał Trzaskowski, alcalde de Varsovia y miembro del partido liberal al que pertenece el primer ministro, y Karol Nawrocki, apoyado por Ley y Justicia, agrupación descaradamente otanista, europeísta y covidiana. Desafortunadamente el tradicionalista Grzegorz Braun quedó bastante alejado de los primeros lugares.
En esta antigua nación católica la segunda vuelta fue fijada para, de nuevo, un domingo, esta vez el 1 de junio.
El caso de Rumania tuvo que haber sido piedra de escándalo para los demócratas, pero la anulación de las elecciones presidenciales del año pasado ─que daban la victoria a un candidato incómodo para el sistema─ por parte del Tribunal Constitucional fue apenas cuestionada por los medios liberales. En la segunda vuelta realizada esta semana obtuvo el triunfo ─¡oh sorpresa!─ Nicușor Dan, prohijado por Macron y Von der Leyen.
Ana Iris Simón contra los judeo–demócrata-cristianos
A través de su cuenta en X la escritora Ana Iris Simón difundió una grabación de la polémica que sostuvo con Ramón Pérez-Maura, director de opinión de El Debate, por cuenta de la hipocresía de los sionistas. Cito, por acertado, el tuit del círculo carlista de Salamanca:
«Valiente defensa de la verdad por parte de @anairissimon frente al fariseísmo de la “democracia cristiana”, que siempre defendió la descristianización de la sociedad y ahora no tiene problema en echarse en brazos del sionismo y de los enemigos inmemoriales de la Iglesia católica».
La FCTC y el recuerdo de Fal Conde
Con no poca sorpresa vi la imagen difundida por la Junta de Gobierno de una organización que se tiene por carlista y que recuerda los 50 años de la muerte de don Manuel Fal Conde, el más destacado jefe delegado del carlismo desde hace un siglo.
Querido lector, no se desconcierte (demasiado) cuando lea el mensaje que la acompaña: «En el 50ª aniversario de su fallecimiento los carlistas honramos su memoria, seguimos su ejemplo y servimos al mismo ideal».
Memoria, ejemplo, ideal… ¿Será que han olvidado que Fal Conde fue siempre leal javierista y enemigo visceral de cualquier falsificación del cuatrilema carlista?
Pero ahí no para la cosa. El supuesto «Museo Carlista de Madrid», regentado por uno de los consejeros nacionales de esa organización, ha convocado un homenaje y una comida para conmemorar dicha efeméride. A tal efecto ha confirmado su presencia (y presidencia) el expríncipe Carlos Javier (de Borbón Parma), quien parece desconocer el antifalcondismo de su padre Carlos Hugo, y el antihugonotismo de Fal. Válgame Dios.
[1] No, estimado correligionario, no me refiero a un mismo grupo de personas…
Juan Manuel Sánchez
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