
A dos semanas de haberse cerrado el plazo para presentar candidaturas políticas a las elecciones generales de 2025 en Bolivia, los sucesos siguen dando de qué hablar. Conflictos legales, traiciones y lloriqueos revolucionarios configuran el panorama reciente.
Respecto a las candidaturas pendientes de Andrónico Rodríguez, hijo político de Evo Morales, y de este mismo, la situación avanzó en algunos aspectos, a pesar de que ambos no pretenden candidatear por el Movimiento Al Socialismo (MAS). El Movimiento Tercer Sistema (MTS), que forma la base de la Alianza Popular de Rodríguez, se encuentra amenazado por incumplir normas de personería jurídica y corre riesgo de desaparecer. El candidato en cuestión expresó su molestia y convocó a sus militantes a una reunión de emergencia.
Por otro lado, el Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-BOL), por el cual postula Morales, logró mantener su personería jurídica, luego de habérsele sido cuestionada por su pésimo desempeño en elecciones pasadas. Sin embargo, el vocal electoral Tahuichi Tahuichi aclaró que el partido queda fuera del plazo para presentar candidaturas a estas elecciones, aunque podrá postular para otras, como las subnacionales.
Cabe destacar que el PAN-BOL participó en las elecciones presidenciales de 2019 y 2020 con la izquierdista Ruth Nina como candidata y fue el partido menos votado. Carlos Valverde, analista político «antimasista» idolatrado por la derecha, había asegurado hace algunos años que votó por Nina, confirmando su apoyo a los revolucionarios y que en este país distintos frentes trabajan por un mismo objetivo.
El próximo 6 de junio, el Tribunal Supremo Electoral presentará la lista de candidatos habilitados oficialmente para presidente, vicepresidente, 36 senadores y 130 diputados. Si bien ya se admitieron las inscripciones, tiene que haber un proceso de revisión y confirmación.
Por otro lado, el empresario multimillonario Marcelo Claure, figura influyente en los medios de comunicación, se reunió en la Universidad de Harvard de EE. UU. con quienes él considera los 5 «principales candidatos presidenciales de Bolivia»: Jaime Dunn, Rodrigo Paz, Eva Copa, Manfred Reyes Villa y Samuel Doria Medina. Llama la atención la presencia de tres izquierdistas confesos (Copa, Paz y Samuel), un títere del masismo (Manfred) y un liberal (Dunn). Esto a pesar de que muchos bolivianos valoran las opiniones y acciones de Claure como una esperanza para «acabar con el socialismo».
Respecto a la ausencia de los masistas Eduardo del Castillo y Andrónico, los liberales Tuto Quiroga y Paulo Rodríguez, y el filomasista Jhonny Fernández, Claure señaló: «No fueron invitados porque su opinión no influye en nada». Es curioso que, a pesar de todo, la reunión haya contado con la presencia de los expresidentes Mauricio Macri (Argentina) e Iván Duque (Colombia), en quienes los ilusos alguna vez pusieron sus esperanzas para derrocar al socialismo en sus respectivos países.
Finalmente, opinólogos agentes del zurdaje recalcitrante, calificados por la prensa como «activistas de derechos humanos», alertaron a la población sobre candidatos con historial «adverso» en derechos humanos. Los representantes de la Revolución consultados fueron Yolanda Herrera, vicepresidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, y David Inca, representante de las víctimas de Senkata (barrio de El Alto donde el gobierno de Jeanine Áñez supuestamente alentó la masacre contra masistas en 2019).
Herrera señala en particular a Tuto por su rol como vicepresidente del gobernante más odiado por el zurdaje boliviano: Hugo Banzer Suárez. Sin embargo, no detalla que Tuto no estuvo con Banzer en su mandato dictatorial (1971-1978), sino en el democrático y legal (1997-2001). Por su parte, Inca vinculó a Tuto con Áñez por las supuestas masacres durante su gobierno de transición.
Sorpresivamente, ambos cuestionan a Eduardo del Castillo y Evo Morales, por sus antecedentes contrarios a los DD. HH. No obstante, Herrera valora positivamente a los izquierdistas Eva Copa por su política de «inclusión» y Samuel Doria Medina por vincularse con Juan del Granado, figura histórica del zurdaje que combatió a las dictaduras en Bolivia.
El circo de la democracia sigue dando motivos para reír en este país. De momento, la Revolución fortalece sus fichas en el tablero de ajedrez. Mientras tanto, nadie parece animarse a cuestionar las verdaderas fallas del sistema ni a proponer una alternativa real frente a tanta ideología patética
Agencia FARO, Círculo Tradicionalista San Juan Bautista
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