EE.UU., WASHINGTON D.C- El Partido Demócrata presentó la solicitud de apertura de juicio político, el conocido «impeachment», contra el todavía presidente estadounidense, Donald Trump, este lunes. El único cargo es el de «incitación a la insurrección», a raíz de las movilizaciones que culminaron con la entrada en el Capitolio por parte de alguos cientos de personas el pasado 6 de enero.
El objetivo que perseguirían los demócratas es ejercer cargos públicos contra el Presidente e impedirle presentarse a la reelección en el 2024. Los miembros demócratas de la Cámara de Representantes David Cicilline, Ted Lieu y Jamie Raskin aplauden la apertura del proceso de destitución. Según ellos, es justo por: «incitar premeditadamente a la violencia contra el Gobierno de Estados Unidos».
Aunque ha sido recurrida por los republicanos, el proceso de juicio político contra Trump está ya formalmente abierto. El texto presentado acusa a Trump de repetir afirmaciones falsas sobre su victoria en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, también de arengar a los estadounidenses en un discurso retransmitido el mismo 6 de enero.
La resolución afirma que: «El presidente Trump puso en grave peligro la seguridad de Estados Unidos y sus instituciones de Gobierno» y añade que «amenazó la integridad del sistema democrático, interfirió en la pacífica transición de poderes y puso en peligro el equilibrio de poderes del Gobierno».
Con este proceso político, Trump se convertirá en el primer presidente de Estados Unidos en ser sometido a dos procesos de destitución.
El proceso para juzgar a un presidente está recogido en la Constitución y arranca en la Cámara de Representantes. La primera fase tiene lugar en la Comisión de Justicia y, a continuación, en el pleno. Una mayoría simple es necesaria para iniciar el procedimiento, por lo que los demócratas se bastan para impulsar el juicio político.
En caso de que la Cámara de Representantes dé luz verde al «impeachment», el Senado sería el órgano al que correspondería el desarrollo del juicio político. Llegados a este punto, al presidente acusado sólo le quedan dos escenarios posibles: la absolución, como le ocurrió a Johnson, Clinton y al propio Trump, —que ya fue absuelto en febrero de 2020—, o el cese, para lo cual es necesario que dos terceras partes del Senado —67 escaños— voten a favor.
La Cámara Alta mantiene actualmente un empate de 50 votos para demócratas y republicanos, pero el voto de calidad de su vicepresidente recaerá a partir del 20 de enero en la demócrata Kamala Harris.
FARO/Círculo Tradicionalista Juan José Marcó del Pont (Vigo)
