Pedro Juan Caballero es una ciudad fronteriza con el Brasil. Como en toda ciudad fronteriza, el intercambio de culturas está a la orden del día. Muchas de las modas políticas e ideológicas son dictadas por el Brasil.
Uno de los ideólogos del conservadurismo pretendidamente católico que gana fuerza es el brasileño Olavo de Carvalho. Cobró popularidad entre los conservadores católicos gracias a algunos sacerdotes conservadores. Pero fue encumbrado definitivamente tras la elección de Bolsonaro como presidente del Brasil.
Carvalho suele presentarse así: «Soy un ecuménico radical: católico, protestante, islámico, judío, budista, hinduista. Creo que todas estas religiones tienen un núcleo de verdad metafísica que es eterna, revelada, que el ser humano no podría haber inventado». Esgrimiendo este perennialismo filosófico, condenado de modo fulminante por la Iglesia Católica, ¿cómo Olavo de Carvalho llegó a tener tanta influencia sobre el ambiente católico conservador?
Carvalho profesa un gnosticismo que consiste en la «salvación por el conocimiento». Sostiene una ideología que parece contraria al progresismo actual, pero que tiene su misma raíz ideológica: el liberalismo y su entronización de la voluntad individual. Progresistas y conservadores tienen el mismo padre.
Una revolución no podrá ser jamás vencida por una revolución en sentido contrario, como ya nos ha demostrado la Historia. Sólo una reacción santa y contrarrevolucionaria pisará la cabeza a la serpiente. La contrarrevolución la heredamos de Nuestro Señor. El católico humilde y sencillo, que practica la virtud, que forma una familia cristiana ordenada en la fe: ése es el contrarrevolucionario. Ése es el que combate la revolución. No los intelectuales de estirpe gramsciana.
Nunca podremos vencer a la revolución con innovaciones ideológicas y amaneramientos petulantes, emulando la revolución que nos asola. Los católicos sólo venceremos enarbolando la bandera de la Realeza Social de Nuestro Señor Jesucristo. La restauración de Paraguay es la Cristiandad Hispánica. La única opción para que Cristo vuelva a Reinar en nuestra Patria. Que Dios y la Virgen Santísima nos auxilien.
Miguel Rojas, Círculo Tradicionalista Nuestra Señora de la Asunción del Paraguay