ESPAÑA, CARTAGENA- La puesta a flote del nuevo submarino desarrollado por Navantia para la Armada constituye todo un logro para la industria española, y colma una necesidad vital para la defensa nacional.
El primer submarino de fabricación completamente española en mucho tiempo, que prestará servicio en la Armada a partir de 2023, es considerado como el submarino convencional (no nuclear) más potente del mundo.
Diecisiete años después del arranque del proyecto, el Isaac Peral, primer sumergible de la serie S-80 pasó ayer su prueba de fuego, ante la atenta mirada de la industria mundial, en un acto presidido por autoridades civiles y militares en el Arsenal de Cartagena.
Con la culminación de este ambicioso proyecto, España entra a formar parte del selecto grupo de países con capacidad de diseñar y construir submarinos. En palabras del presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, pronunciadas ayer en el acto de presentación del buque, «brinda al tejido industrial español una enorme proyección internacional y oportunidades en otros países», que espera repetir los éxitos cosechados con la fragata F-100 y los buques anfibios LHD.
Hasta la serie S-80, el astillero español había construido en territorio nacional pero con tecnología y apoyo técnico de otros países, principalmente Francia y Estados Unidos.
En su intervención, el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada, Antonio Martorell Lacava, manifestó la alegría de la marina por la puesta a flote del nuevo buque, que describió como momento histórico.
Martorell también destacó la valiosa aportación de los nuevos submarinos de la serie S-80 para el prestigio y relevancia internacional de la Armada.
La primera navegación del nuevo submarino Isaac Peral, primero de la serie S-80, está programada para los primeros meses de 2022 y su entrega definitiva se llevaría a cabo un año después, momento en el que la Armada española lo incorporará plenamente a su flota. El capitán de corbeta Manuel Corral Iranzo es el primer comandante del nuevo buque.
El objetivo marcado es que, en 2026, los cuatro sumergibles que la naviera pública española ya fabrica para nuestra Armada (el S-81 Isaac Peral, el S-82 Narciso Monturiol, el S-83 Cosme García y el S-84 Mateo García de los Reyes) estén operativos.
Esto permitirá a España recuperar terreno en este arma estratégica y consolidar a nuestra marina militar entre las principales del mundo, especialmente en el Mediterráneo, manteniendo a raya las pretensiones argelinas y marroquíes por convertirse en actores relevantes en un espacio vital para los intereses geoestratégicos de nuestra nación.
FARO/Círculo Antonio Molle Lazo de Madrid
