BOLIVIA, LA PAZ– Los camélidos, además de ser un símbolo de Bolivia, ocupan a unas 32.000 familias que viven dedicadas a su crianza y de la industria derivada en 16 de las 20 provincias que tiene La Paz. La cabaña de estos animales agrupa a unos 700.000 animales en los 48 municipios paceños.
El presidente de la Asociación de Productores de Camélidos para la Promoción de Productos Andinos del Departamento de La Paz (Aproca-Lp), David Castillo explicó que «el sector se ha visto fuertemente afectado por las restricciones que rigieron en 2020 contra la pandemia de la covid-19»
Para relanzar el sector de nuevo productores y artesanos se han unido para poner en marcha «festillama». Por una parte, se ha intentado vincular al sector con la industria de la moda, al realizar un desfile que ha sido el escaparate de la producción de suéteres, vestidos, bufandas, mantas, sacos, gorros y joyas tejidas con fibras de camélidos como las alpacas y las llamas. También ha destacado la producción de otros accesorios como zapatos, cinturones, billeteras y sombreros, que pueden fabricarse con el cuero de esos animales.
Por otra parte, la crianza de estos animales y su conexión con la industria agroalimentaria se hizo notar en la exposición y degustación de alimentos derivados como el charque o carne seca, muy típico de la zona altiplánica boliviana, u otros ya elaborados como brochetas y hamburguesas.
Esta iniciativa de reactivación económica ha contado con el apoyo gubernamental. Sus organizadores han planteado que se repita en lo sucesivo trasladándose a diversas localidades del país.
FARO/Margaritas Hispánicas
