Sólo tras las elecciones madrileñas el Gobierno ha desvelado la subida de impuestos ofrecida a Europa.
Las nuevas tasas impositivas presentadas en Bruselas esperan satisfacer a la UE. España, con una deuda pública del 120% y privada del 150%, debe equipararse en presión fiscal al resto de Europa.
La brecha económica con la media de los países de la Eurozona es de 7,3 puntos de PIB equivalentes a 80.000 millones de euros más de ingresos (un 39,2% España en 2019, un 46,5% los países de la moneda común).
ADIÓS A LA TRIBUTACIÓN EN FAMILIA DEL IRPF
La primera medida que ha salido a la luz ha sido la polémica desaparición de beneficios fiscales en la tributación conjunta en el IRPF de los matrimonios. Esto supondrá una pérdida de 800 euros de media en las clases medias bajas.
Esta sangría al español medio es una de las medidas incluidas en el plan de reformas presentado en Bruselas. La desaparición del pago conjunto de este impuesto tendrá que estar en pleno rendimiento en el 2023.
De otro modo, la UE no brindaría los 140.000 millones de euros pedidos por el equipo del PSOE y Podemos como rescate económico. De estos, cerca de la mitad (72.700 millones) se darán en ayudas directas. El resto se tramitarán por medio de créditos y préstamos.
El horizonte de asfixiante presión fiscal parece que afectará a los españoles desde hoy hasta el futuro más lejano. Junto a esta medida, sobrevendrán otras cargas como la subida de las bases máximas de cotización, que afectará a 1,2 millones de contribuyentes.
INCERTIDUMBRE SOBRE LOS PLANES DE PENSIONES
El plan de recortes y medidas impositivas del Gobierno incluye la promoción de unas jubilaciones mixtas, donde se conjugaría la jubilación con un plan de pensiones privado, a la vez que se les retira la bonificación a estos últimos.
El Ejecutivo pretende fomentar los planes de pensiones de empleo, sin determinar aún las aportaciones de la empresa y del trabajador. Esto da por hecho una ficción: la capacidad de ahorro del trabajador en este tsunami impositivo.
Máxime con las cifras españolas de paro: 16% el primer trimestre del 2021 (con una subida tres veces mayor al de la media europea) y con el desempleo juvenil rozando el 40%, duplicando las tasas medias de la Zona Euro y la UE.
PEAJES EN TODAS LAS CARRETERAS E IMPUESTOS A LOS COMBUSTIBLES
Se revisarán las bonificaciones y ayudas, de los carburantes, especialmente el diésel, para equipararlos a la gasolina. Los vehículos también aguardan una subida del impuesto de matriculación.
Mención aparte merece la sangrante introducción de peajes en toda la Red viaria española. Este plan de multiplicar las aduanas de paso iniciará su primera fase en 2024, cuando se incluirán todas las autovías. Posteriormente se extenderá al resto de las carreteras del Estado.
ELIMINACIÓN DE BONIFICACIONES Y MÁS TRIBUTOS NUEVOS
Tampoco faltan los impuestos sobre la riqueza que se establecerán de modo inmediato. Aún no se ha especificado qué se entiende bajo este concepto. Este anuncio se da en el momento en que el Banco de España advierte sobre el incremento de créditos al consumo.
Junto a estas nuevas cargas, se establece la eliminación de bonificaciones y reducciones a la contratación. El Ejecutivo aduce que su propósito de emplear esos recursos en nuevas políticas de empleo que fomenten el trabajo indefinido.
En el mismo programa, el Gobierno altera una serie de definiciones. Llama la atención cómo fija un tipo mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades, sin concretar el máximo.
El llama a «ensanchar las bases imponibles», con el objeto de eliminar agujeros fiscales que, al parecer, todavía no habrían sido detectados. Esta ampliación se abre sin definir un límite máximo de recaudación de modo estricto: «nuestro sistema tributario, y en sentido amplio los ingresos públicos, tiene margen de crecimiento en el medio plazo», justificó el Ejecutivo.
UN PREOCUPANTE PANORAMA LABORAL
Todas estas medidas afectarán gravemente la vida cotidiana del español de a pie. Además, llegan en el momento económico más bajo, ante un escenario laboral poco halagüeño y castigado severamente por las restricciones sanitarias.
No hubo mención por parte del Gobierno de los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La Organización estableció una comparativa entre el primer trimestre de 2020 y el segundo, en la que midió diversos indicadores de una serie de países europeos.
Los datos muestran cómo España ocupa el segundo puesto en Europa, con una mayor caída de la masa salarial total. También ocupa el primer lugar en aumento de desigualdad salarial.
FARO/Círculo Tradicionalista de Baeza