OVIEDO- ASTURIAS. Recientemente, el jurado encargado de otorgar el premio «Princesa» de Asturias ha decidido concedérselo a la polémica «artista» serbia Marina Abramovic. Según el jurado, la labor de Abramovic está «cargada de una voluntad de permanente cambio, ha dotado a la experimentación y a la búsqueda de lenguajes originales de una esencia profundamente humana».
El acta del jurado revela que el trabajo de Abramovic «es parte de la genealogía de la performance, con una componente sensorial y espiritual anteriormente no conocida»
Este premio ha suscitado polémicas por la inquietante labor «artística» de Abramovic, dado que ha sido acusada de cuestiones graves como el satanismo, cosa que ella ha negado.
Ello no es óbice para que la labor «cultural» de la galardonada sea inquietante, desde la quema de una estrella de cinco puntas a la que arrojó cabello humano, o actos en los que después de comer y beber se dibujaba en la piel el pentagrama, tras lo cual comenzaba a autolesionarse. Abramovic, se defiende estas acusaciones alegando que la estrella no hace referencia al satanismo, sino «la estrella de los países comunistas» y que ella «no es satánica, sino artista».
FARO/Círculo Hispalense. R Loizaga
