ESPAÑA, GALICIA- El Jefe del Estado, Felipe llamado «el VI», abrió el anual Foro La Toja el pasado 1 de octubre. Esta segunda edición ha reportado poca incidencia en prensa. Abordó asuntos como la «digitalización» —transhumanismo—, las medidas y oportunidades globalistas con ocasión de la pandemia del Covid19 o cómo hacer frente los opositores del proceso globalizador.
Pedro Sánchez fue el encargado clausurarlo. Completaron la reunión el exministro Josep Piqué y el dirigente del grupo Hotusa, Amancio López, presidente e impulsor del foro. Entre los asistentes destacaron los expresidentes de España, Mariano Rajoy, Felipe González y José María Aznar. Venerables padrinos de sus diversos sucesores en el puesto. ¡La naturaleza hereditaria del hombre es innegable hasta en tan dudosas estirpes!
También estuvo presente Alberto Núñez Feijóo, cacique rey de la región gallega. Luis de Guindos y Josep Borrell. Otras destacadas personalidades, ya retiradas o semiretiradas de la primera línea política aunque aún muy influyentes. No podía faltar el patrocinio del capital en este proyecto globalizador, con las firmas de Inditex, Abanca, Deloitte o Telefónica.
Pese a la notoriedad de los participantes y el peso de sus promotores, el Foro de la Toja pasó absolutamente desapercibido. Los medios de comunicación generalistas apenas lo trataron. No obstante, llama la atención que el Foro congregase a grandes próceres del régimen del 78 y que fuese presidido con la cuestionada figura del usurpador. También destaca la ausencia del dirigente del partido podemita, Pablo Iglesias, que gobierna en coalición con el PSOE.
Con todo esto y a modo de conclusión, no resulta un disparate afirmar que los pilares democráticos y liberales en España permanecen firmes. Y que, si se diese alguna reforma profunda de los mismos incluyendo la Constitución, es claro que dejarían todo atado y bien atado, como lo quiso el verdadero padre de la democracia del 78.
FARO/Círculo Tradicionalista Juan José Marcó del Pont.